Jonathan Josué Rubio Toro, la mayoría solo lo conoce por su tremenda calidad futbolística. De hecho, los aficionados en Honduras lo esperaban desde hace muchos años, pues desde el 2014 se hablaba de un joven fichado en Europa con ganas de triunfar en su carrera y representar a la Selección Nacional.
El resonar de las hazañas de Jonathan alcanzadas en España llegó hasta Honduras, pero esto no fue suficiente para que los directores técnicos de las divisiones mayor y juveniles de la “H” lo tomaran en cuenta. Sin embargo, Fabián Coito, el recién llegado DT de Honduras, originario de Uruguay, concedió el deseo de los aficionados hondureños y trajo a Jonathan a la Selección.
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Debutó goleando
Honduras ante Puerto Rico, 5 de septiembre de 2019, en el Estadio Nacional, Tegucigalpa, la primera oportunidad de Jonathan Rubio como seleccionado nacional. La gente a nivel nacional, con gran emoción, esperaba verlo debutar, y por supuesto, él no defraudó.
Jonathan fue parte de la alineación titular y logró conectar cuanto pase quiso, creando oportunidades y colaborando para que sus compañeros llegaran con peligro al marco del equipo contrario. La palabra “mágica” es muy poca para describir su actuación durante todo ese encuentro, en el que, por cierto, también hizo un gol.
Contra Chile en San Pedro Sula fue más de lo mismo, calidad sin igual, pero con un toque aún más especial: Jonathan ingresó de cambio, y a pase de Rigoberto Rivas, anotó el gol de la victoria, derrotando Honduras a Chile 2-1, partido que la H inició perdiendo.
Para su segunda convocatoria a la Selección Nacional, esta vez para jugar contra Martinica y Trinidad y Tobago por la Liga de Naciones de la Concacaf, Jonathan demostró que sus buenas actuaciones anteriores no fueron casualidad, sino que es un jugador constante que debe seguir siendo tomado en cuenta.
Así podrían resumirse las participaciones de la joya hondureña con la H, y pese a que Jonathan ya se ganó el cariño y la admiración de los aficionados, pocos conocen más allá de su ser futbolístico.
Desde Portugal, Jonathan concedió esta entrevista de personalidad a TIEMPO Digital y esto fue lo que contó:
Su infancia
Jonathan Rubio nació el 21 de octubre de 1996 en San Pedro Sula, es decir que es una joven promesa de tan solo 23 años de edad. Pero, ¿cómo fue su infancia?
“La verdad que siempre fui un niño muy alegre, muy feliz. Daba guerra (se ríe). Siempre andaba buscando una pelota para jugar. Desde pequeñito me gustó el fútbol y el teatro, yo hacía teatro en la escuela”, comentó diciendo él.
Pero algo más que dijo Jonathan es que desde pequeño se interesó en aprender de la Biblia y acerca de Dios, devoción que mantiene hasta el día de hoy, pues, aunque esté en Europa, lejos de su familia, adaptándose a una nueva cultura y forma de vivir completamente diferente a la que tenía en Honduras, él buscó y encontró una iglesia evangélica en Portugal, donde actualmente se congrega fielmente cada fin de semana.
Su conexión con el Señor es tan grande que su carácter lo refleja, pues Jonathan no puede saludar o contestarle a alguien sin decirle “Dios te bendiga”, Bendiciones” o “Hermano”, tal y como lo hizo al aceptar esta entrevista.
“Siempre me gustaron las cosas de Dios. Siempre pude sentir ese amor de Dios y siempre estaba haciendo preguntas, queriendo saber, de las cosas de Dios, pues siempre me llamó mucho la atención”, comentó Jonathan.
Un sueño, un objetivo, pero esforzándose desde niño
Jonathan Rubio inició su formación en el instituto Future Path, con su profesora de fútbol Midenia Hernández. “Fue ella quien me llevó a Honduritas, del profesor Edgardo que en paz descanse. En Honduritas hice mi primer año en las ligas menores. Fue muy bonito cómo empezó todo”, recordó él.
“La oportunidad de salir al extranjero se da por medio del profesor Matamala, mi padre futbolístico. Yo al profesor Matamala la tengo mucho cariño y admiración. Mucho de lo que soy hoy en día como futbolista y como persona se lo debo a él. Me enseñó muchos valores”, agregó.
Luego de siete años bajo la tutoría de Néstor Matamala, Jonathan llegó a la fundación Marcet de España, seleccionado por el mismo Matamala para que fuera a probarse allá.
“Al principio la adaptación fue difícil. Yo llegué (a España) en febrero y hacía muchísimo frío. Me costó adaptarme a la cultura. Las personas, pues, diferentes a nosotros los hondureños, no son así tan cálidos, aunque tienen otras virtudes. No fue fácil, pero gracias a Dios pude hacerlo”, comentó.
¿A qué jugador admirar y cuál equipo de Honduras apoyas?
Por otro lado, Jonathan confesó que su jugador favorito es Andrés Iniesta, quien antes formaba parte del FC Barcelona. “Tuve a Iniesta como uno de los jugadores referentes para mí. A Iniesta siempre lo admiré por su forma de ser: muy tranquilo, no andaba metido en polémicas. Su forma de jugar me encanta, pues todavía lo hace en Japón. Para mí, un jugador fantástico, un jugador increíble”, dijo.
Al mismo tiempo, aseguró que “mi equipo favorito de Honduras es el Real España, nunca lo niego: soy aurinegro”. – ¿Te gustaría jugar en el Real España? “Quién sabe, tal vez algún día podamos vestir esos colores. Yo creo que en el fútbol nunca se puede decir no porque suele dar muchas vueltas, así que no cierro las puertas”, contestó.
Llamado a la Selección Nacional: puso a prueba su paciencia y perseverancia
Para Jonathan Rubio, jugar en la H “siempre fue un sueño”, aunque “a veces pensé que no me iban tomar en cuenta hasta que destacara en un equipo grande aquí en Europa (se rìe)”. Pese a esto, él destacó que nunca sintió frustración cada vez que se presentaba una nueva convocatoria y él no figuraba en la lista.
“Yo creo que sí valió la pena esperar. Le doy gracias a Dios porque todo esto de la Selección está siendo más bonito de lo que yo hubiera imaginado. Vale la pena esperar y ese es un consejo que les doy a los jugadores jóvenes que están soñando con una oportunidad”, señaló Rubio.
Refiriéndose a qué sensaciones tuvo cuando se enteró que Fabián Coito lo había convocado a la H, dijo que “La verdad, la verdad, lo primero que hice fue darle gracias a Dios, porque más que cualquier persona, solo Dios sabía la alegría de mi corazón y lo que me costó ese llamado. Luego hablé con mi familia y con mi novia para darles la noticia”.
Defender los colores de la Selección Nacional “es un orgullo, una sensación que no se puede describir con palabras, porque significa representar una nación y a las personas que uno ama, que lo miraron crecer. Yo creo que darle alegría (a la afición) me hace estar contento”, continuó.
Primer gol y relación con sus compañeros en la H
Desde el primer día, desde el primer minuto, desde que tocó su primer balón, Jonathan destacó contra Puerto Rico, como se mencionó antes, consiguiendo una anotación. – ¿Cómo viviste ese primer gol?
“La verdad que una sensación muy especial. Tiene una anécdota, y es que Moya salió celebrando el gol para un lado y yo medio celebrando para el otro, porque yo sabía que había tocado el balón antes de que entrara, solo que tenía miedo que el árbitro lo invalidara, entonces fue medio raro, pero muy contento”, dijo Jonathan.
Nunca es fácil llegar a un lugar siendo nuevo. Uno de los temores de cualquier persona es no ser bien recibido o aceptado por un grupo, pero Rubio no tuvo problemas con eso.
“Tengo buena relación con la mayor parte de los jugadores. Claro, siempre hay uno, dos o tres con los que uno mejor convive, tal vez con Bengunché, Rubilio y Solani son con los que mejor me llevo, pero en general con todos”, dijo.
Sumado a esto, Jonathan cuenta con el respaldo y confianza de Fabián Coito, pero esto se debe a sus grandes actuaciones dentro del terreno de juego. “El profesor Fabián me ha dicho que siga trabajando. Yo tengo mucho agradecimiento con él porque fue el primero que me dio la oportunidad y creyó en mí”, señaló.
PREGUNTAS PERSONALES
Cómo es Jonathan Rubio más allá de lo futbolístico, la pregunta que muy pocos se hacen y que aún menos conocen la respuesta.
Al ser consultado sobre cuál es su frase de vida, respondió que “bueno, más que una frase de vida, es un versículo de la Biblia que está en Josué 1:9 que dice ‘Esfuérzate y sé valiente, no tomas ni desmayes porque yo, Jehová tu Dios, estaré contigo a donde quiera que vayas’, dijo. “Yo creo que cuando uno se esfuerza, cuando uno trabaja y honra a Dios, entonces obtiene los frutos que uno desea. Así que esa es la frase que más me gusta, ese versículo”, agregó.
Jonathan Rubio no se vanagloría de nada, al menos no de sus éxitos en el deporte, pues al preguntarle a qué o a quién le atribuye sus logros dijo que “sin duda alguna que primero a Dios. No sería lo que soy y no tendría nada si no fuera por la misericordia de Dios. Después yo creo que, a mi familia, a las personas que me apoyan, a mi novia, a mis amigos, a quienes permanecen es los momentos más difíciles se los atribuyo”.
¿Qué te molesta?, ¿qué te hace feliz?, ¿qué se inspira a Jonathan Rubio?
Sumado a esto, señaló que “lo que más me molesta es la soberbia, ver a una persona que se cree superior a los demás”. Sin embargo, reveló que “lo que me hace feliz es poder servir a los demás, poder regalar algo me llena mucho mi corazón. Me inspirar servir de motivación para otras personas, más aún para los jóvenes. Lo que me hace seguir adelante es que vean que Dios cumple sueños”.
El balón no es lo único con lo que Jonathan se divierte en sus momentos de libres. “Cuando no estoy entrenado o en la iglesia, me gusta mucho pasear, me gusta conocer los lugares cercanos a donde yo resido… (piensa) y me gusta ir al cine. Esas son las cosas que más me gustan hacer cuando no estoy jugando ni sirviendo”, reveló.
Proyecto de vida, con la mirada hacia el futuro
Del deporte no se vive para siempre: los músculos se cansan y el cuerpo pierde fuerza. Por lo que para los atletas es importante tener definido a qué se dedicarán el día que llegue el momento de retirarse, algo que Jonathan parece tener claro.
“Lo he pensado mucho qué me gustaría hacer después del fútbol y… primero, dedicarme a las coas de Dios, invertir el dinero que pueda ganar con el deporte para así concentrarme en las cosas de Dios. Tener mis ingresos por aparte, tener un restaurante, comprar casas y alquilarlas. Pues esos son los proyectos que yo me imagino haciendo en el futuro”, comentó.
SU FAMILIA
Según dijo Jonathan Rubio, uno de los momentos más difíciles para él fue haber dejado a su familia cuando tan solo tenía 14 años de edad. Sin embargo, señaló que constantemente se comunica con sus parientes y conversó sobre su relación con ellos.
“Como hermano soy muy protector, yo creo que a veces hasta mucho. Soy sobreprotector. Como hijo, me gusta mucho honrar a mis padres en todo lo que puedo, no solamente en lo material, sino en comportamiento, en dar un buen testimonio.
En cuanto a la comunicación, “Gracias a Dios hoy en día por medio de las redes sociales todo es más fácil. Ya estamos acostumbrado a estar lejos. Desde que tenía 14 ya son casi 10 años… – pausa y ríe – a veces mi mamá, pasan dos días sin que hablemos, me manda un mansaje ‘hijooo, no se olvide mí’. Somos una familia muy unida pese a la distancia. Tenemos un grupo (de WhatsApp). Tratamos de estar siempre conectados. Mis papás pasan orando por mí y por mis hermanos. Así es con mis abuelos, mis tíos y mis primos”, dijo.
“Lo que me gustaría cambiar de Honduras…”
Finalmente, queriendo saber qué opina Jonathan acerca de la actual crisis política-económica-social que atraviesa Honduras, indicó que hay algo en lo particular que le gustaría cambiar si pudiera hacerlo: la seguridad del país.
“Me gustaría que las personas vivir tranquilamente en Honduras. Sería algo muy bonito y tengo confianza en Dios de que eso algún día va a cambiar”, cerró el seleccionado nacional.
Novia, idioma y planes de casarse: más interioridades que confesó
Jonathan Rubio considera que actualmente atraviesa el mejor momento de su carrera tanto en la H como en su actual equipo, el Tondela de la primera división de Portugal. Aunque también dijo que la adaptación no es fácil, pues extraña Honduras, particularmente San Pedro Sula. «Me hace mucha falta».
Además, tuvo que aprender a hablar portugués el cual ya domina al “Quase cem por cento”. Por cierto, reveló también que su novia, a quien varias veces mencionó durante la entrevista “es portuguesa”, y que sí, “sí me gustaría casarme. La verdad que ese es uno de mis sueños”.
