TEGUCIGALPA, HONDURAS. Edgardo Rivera es uno de los motores por los que la comunicación radial se mantiene vigente hasta la fecha, siendo director de La Top, se ha ganado un lugar donde pocos profesionales de la comunicación están.
Edgardo cumplió recientemente 34 años de carrera dentro de los medios de comunicación. Hasta trabajado en Stereo Amor, Canal 54, Hondured, Vica Tv, Beat Tv, Revista Vívela y La Top.
Pero fue en Stereo Amor donde inició todo, donde tuvo caminar todos los días, durante un año, sin percibir salario ni bonificaciones. Su única paga era saber que su oportunidad de brillar cada vez estaría más cerca.
Caminaba ilusionado con tan solo 14 años de edad hacia su radio, y ahora, teniendo ya 48, sigue igual de motivado.
Edgardo compartió con Diario Tiempo su parte más alejada de los reflectores. Contó, con una sonrisa, las distintas anécdotas de su infancia, recuerdos de mayor felicidad, su experiencia con el COVID-19 y las claves del éxito en su larga trayectoria.
Edgardo mencionó que tuvo una infancia feliz, siempre fue activo, jugando y con la curiosidad que todo niño posee a temprana edad. «Me gustaba mucho jugar. Tuve una infancia feliz, crecí con mi abuela y mi mamá», mencionó el director de La Top.
Desde niño se caracterizaba por tomar decisiones, y esa misma determinación, lo ayudaba a ejecutarlas hasta el final. «Yo vendía dulces, me gustaba ganarme mis cosas desde niño, también hacía rifas», añadió.
Su amor por la radio
«Yo era fanático de la radio, pero también le tomaba fotos a las ‘cipotas’ de la escuela con una cámara medio mala, aunque mi pasión era la radio. Yo hacía fiestas con pura radio. Para ese tiempo, incluso, le pedía al de la radio que no pusiera sello (a las canciones), para poder grabarlas», dijo Edgardo entre risas.
Pero, como todo ser humano, tenía a su referente, su modelo a seguir, y era Myrna María Barahona. Por otro lado, como detrás de un buen alumno tiene que ir un buen profesor, Edgardo dijo que Douglas Bertrand lo encaminó en sus primeros pasos para incursionar en la radio.
Beltrán hacía un programa en la radio, Edgardo era fan y enviaba cartas constantemente, hasta que lo conoció y después le pediría la oportunidad de trabajar con él.
«Estuve un año sólo viendo cómo se operaba la radio, iba de 12:00 del mediodía a 6:00 de la tarde, pero no ganaba nada, hasta después de un año me contrató Douglas Bertrand», expresó.
Inicios en radio
«Tenía que llegar bien, yo era un ‘cipote’ todavía y no tenía tanto pisto, entonces, me tocaba ir caminando a la residencial Centroamérica», dijo.
Además, no desaprovechó la oportunidad para agradecer a su mentor Douglas Bertrand, quien murió por COVID.19. «Él me enseñó puntualidad y formalidad. Él me inculcó muchos valores que hoy en día transmito a la gente de la radio», agregó Edgardo.
Ser formal, llegar puntual y que la gente pueda confiar en nuestra palabra son las claves para el éxito, recalcó Rivera. «Él fue una gran escuela para mí. Me enseñó muchas cosas que hoy en día aplico en mi vida diaria» reflexionó.
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Lo más cercano a la muerte
Rivera detalló que pese a la pandemia del COVID-19, él nunca dejó de ir a la radio. «Hubo cambios en la estructura, porque una gente se enfermaba, otros tenían miedo y por tanto transmitían desde casa, pero yo tenía que venir a trabajar».
Edgardo se vio afectado fuertemente por el contagio del COVID. Compartió esa experiencia como la más cercana a morir.
«Cuando llegué al hospital prácticamente miraba todo en blanco, no podía caminar mucho porque ya tenía neumonía, no hablaba ni nada. Me concentré en sanar mi cuerpo y dejé todo de lado. El celular ni siquiera lo quería ver, tampoco le había dicho a mucha gente para evitar dar explicaciones», recordó.
Momentos de felicidad
Cada uno tiene un momento específico en la infancia de felicidad que lo marca de por vida, Edgardo también tiene el suyo.
«Jugaba futbol con mi hermano y yo sí era malo, mi hermano me regañaba mucho, estábamos en el mismo equipo y ya me tenía ‘hasta la coronilla’ de regañarme. Entonces, yo vine y metí un autogol para que ganara el otro equipo. Después de eso salí corriendo a refugiarme en las piernas de mi mamá. Recuerdo ese momento porque mi mamá falleció y ese fue un hecho bonito y divertido también», contó.
Al pasar los años, con nuevas vivencias, mayor madurez y un cambio de mentalidad, hasta el más duro tiene momentos con los cuales se estremece, y Rivera hizo saber de este acontecimiento.
«Cuando me gradué me sentí feliz, porque siempre he tenido dos o tres trabajos, entonces no me gradué cuando debería de ser, pero sí es algo increíble, porque me costó, y cuando venís desde abajo se siente bonito», recordó.
De la radio a impartir clases
Además de no conformarse con hacer radio, televisión y prensa escrita, Edgardo Rivera tenía una «espinita», la cual era de impartir clases en la universidad.
«Saqué mi diplomado de educación superior en la Pedagógica, y empecé a dar clases. No tuve ningún problema con eso, porque yo nunca fui problemático y soy una persona cabal», dijo.
Pero, como toda persona consciente de la vida, no solo es dar enseñanzas, sino también aprender de los alumnos para poder empatizar.
«No se puede tratar a un alumno mal. Yo nunca tuve la razón en la universidad, todo se ponía sobre debate, yo estudiaba para dar clases después. Yo me sorprendía de las historias de los alumnos, algunos eran maltratados, vivían en colonias con pandillas», aseveró Edgardo.
¿Preguntas y respuestas?
Así como se prepara un platillo gourmet, ¿cuáles cree que fueron los ingredientes para llegar hasta donde lo ha hecho?
- Los valores
- La disciplina
- Trabajar con gente talentosa
- Creer en uno mismo
- Soñar
- Ser creativo
- Aplaudir el éxito de los demás
¿Tres palabras con las que definiría su carrera?
- Trabajo
- Esfuerzo
- Sueños
¿Tres palabras con las que se definiría a así mismo?
- Trabajador
- Soñador
- Honesto
Así es como, con el simple hecho de intercambiar unas cuantas palabras con Edgardo Rivera, se puede ver la recompensa de aquellas personas que siempre están motivadas, con ganas de crecer siempre, un ímpetu inigualable y una sonrisa para todo aquel que le trata.
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