TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un niño inquieto una vez quiso ser doctor. Quería curar con sus manos, pero fue en su voz y carisma que encontró vocación para múltiples rumbos, que tuvieron algo en común: en todos sobresalió.
Carlos Martino Dacosta Gómez, mejor conocido como Charlie Martino, es un emblemático personaje de la radio, televisión y cinematografía hondureña. Ahora, tiene el gran sueño de ser alcalde de Tegucigalpa y está próximo a dirigir una película.
A pesar de la ausencia de una figura paterna tomó, del resto de su familia , amigos, y de sí mismo, las fuerzas necesarias para destacar desde que era muy joven.
Charlie contó todas las interioridades de su vida y éxito en una entrevista exclusiva con Diario TIEMPO DIGITAL.
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Su infancia: «Una piñata diez años seguidos»
Nació en Tegucigalpa el 16 de noviembre de 1964. Su madre fue la hondureña Consuelo Dacosta Gómez, mientras que su padre, Carlos Martino Luzán, fue un coronel de las Fuerzas Armadas de La Argentina.
Recordar a su papá no es algo grato para Charlie, ya que éste lo abandonó cuando tenía sólo tres meses de edad. No volvió a saber nada de él, asume que ya murió y sólo tiene una palabra para describirlo: «basura».
No obstante, el pequeño «Charlito» no necesitó de su progenitor para tener una infancia que considera «fuera de este mundo».
Según relató, su madre, un abuelo y sus tías se encargaron de que cada celebración fuera innovadora, diferente a las acostumbradas por todas las familias.
El afamado personaje cuenta que él pidió en una ocasión una piñata de Batman, pero su madre la hizo de Robin. Además, como sorpresa, siempre le llevaban alguna comida que le gustaba mucho, así como un pastel de su predilección.
Por mucho tiempo fue el único nieto en la capital de la familia Dacosta, por lo que era el consentido y considera que pasó «diez años seguidos de piñata».
El pequeño era tan inquieto, que su madre construyó cerquitos en diversos accesos de su casa para que la dejara trabajar.
El niño que quería ser doctor: Quería ayudar, como lo ayudaron a él
Cuando tenía ocho años, el infante, lleno de imaginación y con muchos juegos por delante, afrontó una difícil situación.
Tenía una infección muy grave en las amígdalas. «Me sentía súper mal, que casi me moría», dijo Charlie acerca de aquel momento.
Y contó el desenlace: «El doctor me operó e hizo el milagro de curarme. Me sentí tan bien que dije ¡Yo quiero ser eso! Quiero ser doctor para provocar ese sentimiento en la gente».
Con el tiempo, Martino se capacitaría y estudiaría mucho, pero no precisamente optó por el estetoscopio y el bisturí.
Nomadismo en su educación
¿Era Charlie Martino el mejor estudiante? «No, estuve en nueve colegios», dijo inicialmente.
Entre esos centros educativos donde estuvo, el capitalino enumeró los siguientes: Escuela Panamericana, Escuela ELVEL, Escuela Americana, Colegio San Francisco, Latino en Peñas Blancas y Montessori.
¿En cuál se sintió más identificado? Charlie respondió narrando un poco acerca de las numerosas actividades que realizó en esa etapa, ya que, lo que le encantó del Instituto San Francisco, es el «click» que tenía con sus compañeros, que eran tal como él: muy dispuestos.
«No sé si era por la edad, pero con la gente del San Francisco nos llevamos súper bien automáticamente. El ambiente era tan natural, todo el mundo hacía lo que quería», inició recordando.
Y prosiguió a describir sobre su estadía en ese colegio y su tiempo con sus queridos compañeros. «Nos interesaban las fiestas, viajes, paseos, escaparnos del colegio para comprar panes con frijoles. Nos escapábamos al portón de atrás para comprar tacos de ‘Adonis’; las madrugadas nos reuníamos todos en un drive-in para irnos a las baleadas de ‘Doña Chuy’ en el Barrio Guanacaste. Hacíamos todo en equipo».
Así fue siempre, el joven de ascendencia argentina no estaba interesado tanto en estudiar, sino en música y fiestas.
Incluso, reveló en la conversación que reprobó cuarto curso, pero que no se lo dijo a su hijo (Charlie Arturo Martino) hasta que éste entró a la universidad, porque, de lo contrario, «habría perdido credibilidad». Charlie Arturo, de quien se refirió más adelante, le reclamó por ello.
¿Era un muchacho «popular» en el San Francisco?
«Sí. No es lo que buscaba, simplemente siempre intenté ser diferente», dijo.
Asimismo, recordó un par de eventos que describen cómo era Charlito en el ámbito escolar.
En 1983, compró unos tenis Vans, cuadriculados blanco con negro. La norma del instituto establecía que la vestimenta debía ir acompañada de tenis blancos o zapatos negros. Ante esto, la directora lo mandó a llamar.
«¡Charlie, son zapatos negros o tenis blancos!», le decía su directora regañándolo. Pero Charlie, tan alegre y jocoso como siempre, respondió: «¡Pero aquí tengo los dos en uno!».
Le prohibieron que los llevara, pero igual lo hizo por un tiempo hasta que un día se los decomisaron y le tocó caminar descalzo a su casa.
Haciendo memoria, no podía olvidarse de su maestra favorita, Marta González. El «chele» cuenta cómo solía ser la situación en las clases de esa profesora.
«Ella me preguntaba: ¿Charlie, hoy venís a molestar o a recibir clases? Entonces, yo le decía: «Yo creo que hoy tengo ganas de molestar». Por lo que ella me mandaba a traerle una dona y un fresco porque sabía que yo me estaría toda su hora en los patios del colegio y buscando su merienda», relató.
DJ con apenas 14 años
El «chele» Martino centró su vida en el entretenimiento desde que fue pequeño. Ese amor por la música y divertirse derivó en una fuente económica.
A los 13 años lo que más aceleraba su corazón eran los ritmos musicales. Las primeras canciones que escuchó eran de los Bee Gees. Además, tarareaba al son de Village People y Donna Summer. Poco después le empezó a gustar el rock y se volvió fanático de ACDC y Ted Nugent. Hacía sus propias colecciones, y, con el apoyo de su buen amigo Hugo López, hizo sus pininos de DJ en Tegucigalpa.
Guiado por su pasión, se rebuscó en el medio y encontró la forma de ganarse 50 lempiras cada noche, poniendo «las rolas» en fiestas.
En una ocasión, teniendo 14 años, un nicaragüense en un evento se acercó y le dijo con un acento peculiar: «Vos ponés música buena. Yo tengo una disco, ¿por qué no trabajás conmigo?» El adolescente Martino le dijo que tendría pedir permiso a su madre.
Consuelo Dacosta accedió. Charlie, con menos de una quincena de años, se convirtió en el DJ de El Infinito, una disco que se ubicó en el área donde se realizó la ampliación de la pista del aeropuerto Toncontín. Allí la gente llegaba a comer papas y tomar refrescos, mientras escuchaban las canciones elegidas por Charlie y los aviones pasaban a escasos metros de ellos.
La llegada a la radio
La vida ya tenía todo listo para Charlie, estaba destinado a ser un personaje reconocido del entretenimiento y los medios de comunicación.
Su principio como locutor parecería pura coincidencia. Un día, estaba grabando música en la casa de su amigo Carlos Manuel Calderón; llegó su padre, Carlos Calderón (QDDG) y le dijo con acento muco: «Oime vo, vos hablás raro. Grabame un anuncio. Te vas a ganar 500 pesos», y, así, grabó su primera pieza radial.
Posteriormente, se dedicó a grabar comerciales. Realizó uno para la Escuela ELVEL, otro para el María Auxiliadora, igual para su casa, el Instituto San Francisco. También, por tres años, grabó el anuncio de la semana juventud del Instituto Salesiano San Miguel. (1982, 1983, 1984)
Después de eso, ya que era amigo de Mirna María Barahona, se tornó en un habitual invitado en los programas que ella tenía en Estéreo Mil. En ese espacio, Martino aportaba sus conocimientos de diversos artistas. No obstante, a la fecha, Martino y Barahona ya no sostienen relación alguna.
Tiempo más tarde, viajó a Estados Unidos, donde adquirió mucho conocimiento que ayudó a edificar su prolífica historia de vida.
Estudios Superiores: ¡3 Carreras!
Como se mencionó anteriormente, su sueño era ser un médico para poder ayudar a los demás, pero esto al poco tiempo se desvaneció. El locutor pensó en todos los años de estudio que requiere esa profesión, más las consecuentes especialidades, y consideró que era mucho aprendizaje para él. Cambió de idea.
Para muchos sacar una carrera académica es más que suficiente , pero para el DJ Martino la palabra «suficiente» no existe y decidió ir por más.
Esa decisión sería fundamental, encontraría sus verdaderas aptitudes más adelante, una diametralmente diferente a la que pensó de chico (ser doctor).
Ingresó a la máxima casa de estudios del país, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Su primera opción era ingeniería eléctrica o electrónica, pero los números nunca fueron sus amigos y prefirió ese mismo trimestre cambiarse a Administración de Empresas. Poco tiempo más tarde, decidiría irse al extranjero a perfeccionar sus conocimientos.
El catracho viajó a someterse a los procesos de aprendizaje en el país de las barras y las estrellas. «En unas vacaciones de semana santa encontré varias opciones de irme a estudiar a Miami. Así lo hice y opté por tres carreras», confesó.
La primera fue Especialidades del Medio. Encantado por esa primera faceta, decidió continuar sus estudios con la carrera de Producción de Radio y Cine. Por último, no se quiso despedir del país norteamericano sin estudiar Broadcasting, donde afirma que lo prepararon para «no decir brutadas» en los medios.
Una radio… ¡con su nombre!
Tras regresar del sueño americano, Charlie, con muchos más fundamentos en su cabeza, la «rompió» en la radiodifusión.
En 1989, un 28 de mayo, Roberto, Carlos y «Muñecón» Padilla lo invitaron a ser parte de Estéreo Amistad. Él remodeló la programación y se volvió «roquera».
Estando en Amistad, su compadre, Carlos Manuel Calderón y Esteban Handal lo invitaron a poner otra radio. El primero en mención propuso que la estación se llamara Charlie FM, mas, luego de un tiempo de meditarlo, se negó.
¿Por qué no quiso una radio con su nombre? ¿Existe hoy en día la Radio? Con nostalgia, Charlie narró la historia para los lectores de Tiempo Digital.
«En su momento Carlos planteó que la estación se llamara Charlie FM. No me gustó la idea. El ego mío estaba que explotaba, pero decidí que no, lo sentí demasiado egocéntrico. Además, yo venía llegando de EE UU y las radios allá te empezaban con una letra», inició relatando.
Y agregó, revelando a su vez, qué radio es hoy en día esa que por poco se llamó Charlie FM. «Según Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones), las siglas de esa frecuencia que teníamos, 107.3, eran HRZW entonces agarramos la W y le pusimos W-107. Esa popular radio se iba a llamar Charlie FM y hay personas que pueden constatar mi versión», profundizó.
Icono televisivo
Su potente y única voz le permitió ser aclamado por las opiniones de los radioescuchas, pero su muy amistosa y alegre personalidad le abrieron otro camino: la pantalla pequeña.
Tras dos años en la W-107, doña Miriam de Inestroza, exgerente de una corporación televisiva nacional lo mandó a llamar. Quería que el locutor tomara el programa que dejó Gladys Zelaya, Especialmente Para Jóvenes. Ni corto ni perezoso, Charlie siempre optó por más y fue de inmediato.
Posteriormente, cambió de compañía. Laboró en varias casas de televisión y tuvo sus propios programas.
Entre tanto, el invitado de honor en esta ocasión, nos comentó que volverá a la televisión este año. Le ofrecieron un programa a partir de julio en Tegucigalpa. Asimismo, aseguró que dará un par de «sorpresas» este año.
Sus múltiples actividades en los medios de prensa y en el entretenimiento denotan una adicción que él asegura tener: adicción al trabajo. Sobre ese tópico, reveló que sí probó en su momento las drogas, alcohol y cigarros, pero quedó nada más en eso: la prueba. No volvió a ingerir o inhalar sustancias.
Otras facetas y pasiones
La cinematografía
Don Charlie también es un fanático del cine. Va todas las semanas a las salas, pero con la particularidad que mira las películas más de una vez.
«El cine me encanta. Yo creo que por una semana que yo no vaya al cine siento que la he desperdiciado. Trato de al menos una vez por semana», dijo sobre la frecuencia con que mira las piezas audiovisuales en la pantalla grande.
Y añadió: «Como estudié producción, la primera vez que miro una película veo la fotografía y escucho bien el audio. Luego, la segunda vez, observo la edición y los efectos especiales. La tercera, y quizá última, la voy a ver tranquilo, metiéndome en el guion y la trama».
Productor Ejecutivo de Cuentos y Leyendas
Mas, su travesía relativa al mundo de la cinematografía no se queda sólo en sus estudios y un aficionado que visita frecuentemente las salas. También, es un cineasta que pone en práctica sus dones.
Hace media década se estrenó en los cines hondureños Cuentos y Leyendas de Honduras. Don Charlie fungió en un rol muy importante: productor ejecutivo. Así describe esa experiencia:
«Fue fascinante. Tuvimos el apoyo incondicional de Luis Morán y de casa comerciales. Fue un honor porque, Don Jorge Montenegro y sus relatos eran una tradición familiar cuando ni siquiera había luz eléctrica; los parientes, las empleadas domésticas y los «guachimanes» prendían una candela y lo ponían en el radio. Era un producto bien posicionado en el mercado hondureño, entonces fue fácil conseguir apoyo», ilustró.
Y prosiguió a contar cómo le fue a la producción de este film. «Vendimos arriba de 82 mil butacas. Entiendo que somos la película número cuatro a nivel centroamericano».
Además, el entrevistado reveló que ya están preparando la parte dos. Como casa productora, sostienen los derechos de tres secuelas y una teleserie de dos episodios. El guion y el cásting se realizarán próximamente y la filmación comenzará en 2021.
Sin embargo, aún esperan «sacarle jugo» a la primera edición. En un par de meses saldrá en televisión una versión mejorada. Algunas partes hasta de volvieron a grabar para garantizar la mejor experiencia.
Los Scouts
Por otra parte, el inconfundible rostro televisivo formó parte de los Scouts de Honduras.
Allí, gozó otra parte de su niñez. Formó parte de la Tropa #4 de Tegucigalpa y estuvo en dos ramas de la organización, una denominada «Lobatos» y por un corto tiempo en la que se denomina «Los Scouts». Aprendió muchas técnicas de supervivencia que aún mantiene vigentes en sus habilidades en caso de una necesidad.
¿Cómo se edificó al estar en este grupo sin fines de lucro? Martino destacó algunos aspectos que disfrutó de esa etapa.
«Gané mucho respeto por la naturaleza. Solíamos matar una ardilla y nos enseñaban a pelarla y cocinarla. De igual forma un conejo y aprendíamos a despellejarlo y curtir la piel para hacernos una gorra. Conocí cómo hacer nudos, cuchillos, cortes de madera para lanzas, cazar animales y me divertí en campamentos», detalló.
No obstante, considera que este movimiento ya no es igual hoy en día.
«Siento que en este momento todo ha cambiado en las generaciones scouts. Antes no había tantos derechos humanos y protección al medio ambiente; cortábamos un árbol y construíamos un puente. Con todo respeto y la nostalgia que me trae hablar de los scouts, ya no es lo mismo», opinó.
Finalizó explicando sus remembranzas de esos tiempos describiendo que con todas las actividades que lograba en los Scouts de Honduras conseguía parches y su premio era lucirlos en el uniforme.
Su día a día, ahora en 2020
«Tanto me encantó ser DJ que hasta el día de hoy lo soy. Hago mis propias fiestas ochenteras. Este año ya tengo como nueves reservadas; hay una efervescencia con ese tipo de fiestas», así arrancó el profesional de la radio describiendo a qué se dedica hoy por hoy.
Además, sus quehaceres de locutor siguen en marcha. Asegura que le ha tocado reinventarse, ya que hay muchas radios y no ha querido aceptar la fusión de la música actual. Eso, «no le va». Se quedó estancado en una época dorada: los setentas y ochentas.
Por lo anterior, mantiene su programa Charlie Por La Mañana en la 97.3 FM de Tegucigalpa en Estéreo Tic-Tac. En esa hora diaria, habla de la música que le gusta, cómo se crearon las canciones y de qué manera se inspiraron. Así como anécdotas de los cantantes y noticias de cómo está su salud actualmente. Verbigracia, mencionó el caso de Ozzy Osbourne, del cual informó Tiempo Digital. Lea esa nota aquí: Ozzy Osbourne tendría párkinson; viajará a Suiza para examinarse
Política
El productor capitalino también incursionó en la política. En su primer intento de agenciarse un puesto en esta área, fue candidato a alcalde por el Partido Innovación y Unidad (PINU).
En las siguientes elecciones participó como candidato a diputado por el partido liberal con Luis Zelaya. No logró el curul.
No obstante, en las próxima contienda estará de nuevo. ¿Por qué? Asegura que tiene grandes planes.
«Vuelvo a la política porque tengo grandes planes para la capital. Quiero llegar primero a ser diputado. Una de mis metas es bajar el número de diputados, ya que la mayoría no hacen nada, sólo gastan dinero», afirmó de manera contundente.
Igualmente, piensa que él puede ver cosas diferentes para Tegucigalpa y Comayagüela, cosas que otros no han podido «porque su mundo ha sido otro».
«Tengo planes que podrán a Tegucigalpa en el mapa mundial del entretenimiento. Si usted se mete a Google Earth podrá ver que Honduras está en el exacto centro de América. Considero que es una posición geográfica envidiable que sólo los narcos han aprovechado», sentenció.
Familia
Todo lo que este prestigioso hombre ha cumplido en su vida lo agradece a sus parientes que, sólo excluyendo a su padre, siempre lo han apoyado.
«He sido bendecido con una familia que, en todas mis locuras, me ha apoyado desde siempre. Mi primer núcleo, o sea mi mamá mis tías, mis tíos, primos y demás siempre han han estado para mí».
Su primer matrimonio no funcionó bien. El hombre de la tele asegura que fue porque viajaba demasiado y vivía una vida muy rápida, lo que creó fricciones en su primer compromiso.
Sin embargo, esa unión le dejó la enorme bendición de dos hijos: Charlette y Charlie. La joven tiene 23, mientras que su vástago, tiene 22.
«Con ambos tengo una relación cercana pero Charlette pasa estudiando mucho. Con Charlie Jr. hemos viajado a muchos lugares y la relación ha sido más de amigos que de padre e hijo, algo que siempre busqué».
Martino aprovechó la ocasión para reconocer a sus tías Iris e Ivonne el apoyo general que siempre le brindaron.
Por útimo, pero no menos importante, no podía cerrar el tema de sus parientes sin mencionar a su amado, y único, hermano.
«No podría olvidarme de mi querido hermano, el único que Dios me dio. Lo quiero más que a mi vida propia, con quien hemos tenido una relación espectacular de apoyo mutuo en los buenos y malos momentos. Estoy muy orgulloso de él», expresó sentimentalmente.
¿Cómo ha sido su vida romántica?
Quizá en su primera etapa de la vida no fue un Don Juan, pero asegura que nunca tuvo problemas en esa área. Con el tiempo aprendió su táctica personal para llegar al corazón de las mujeres. Nos contó sus secretos al respecto, y, aunque no dijo nombre, desveló que por ahora está felizmente enamorado.
«Aprendí entre los 25 y 30 años que, con las mujeres, lo primero que hay que hacer es hacerla reír para llegar su corazón. Como siempre he sido bien alegre y jovial nunca he tenido problemas en ese aspecto, pero luego, vino la entrada a los medios y el cariño se multiplicó», explicó.
Mas, la presencia de féminas en su vida no han cambiado sus ideales y valores, siempre se comportó y comportará como un caballero.
«Como soy un caballero no tengo memoria, pero siempre he tenido una gran admiración por las mujeres en general. Ha habido cariño», dijo.
Tras un instante, procedió a hablar de la mujer que lo mantiene atado con sus encantos. «Atesoro tanto mi actual relación que ruego a Dios que sea la última mujer de mi vida y que nos mantenga unidos con sinceridad. No hablo de quién es ella pero sí la admiro demasiado y he aprendido muchos cosas con ella que con otras nunca experimenté», confesó.
Para aquellos que se sienten desanimados porque no han tenido «suerte» con las damas, este el «chele» tiene un par de consejos.
«No le mintás que su sonrisa es linda si le faltan dos dientes. No le digás que sus ojos son lindos cuando uno se le pierde. Sé sincero, hacela reír, y repito, hacela reír«, enfatizó.
Y siguió con las directrices hacia el éxito en la conquista: «Ya cuando la hacés reír rompista la primera barrera y vas a la siguiente, que es cuando ella te cuenta sus cosas, te agarra confianza. Pero que ese paso no tome mucho tiempo porque se pueden convertir en buenos amigos y cuando intentás besarla o hacerla tu novia te dice que no quiere perder tu amistad», detalló, en base a su experiencia.
¿Cómo se describe a sí mismo?
Tras la interrogante, Charlie se detiene por un segundo y analiza, pensando sobre su persona. Unos instantes más pasaron y dijo:
«Soy una persona extrovertida, yo ya venía loco de fábrica. Me considero humilde. En la calle, a quien me saluda, lo saludo de vuelta. En los mercados (le encanta ir) o en los centros comerciales la gente me queda viendo y por pena no dicen nada. Entonces yo los saludo y me dan la mano. Otros me paran la cara, no soy monedita de oro para caerle bien a todo el mundo», reflexionó.
A su vez, remarcó que la holgazanería ni por cerca le caracteriza.
«Soy una persona que ama el trabajo y el entretenimiento. Me apasiona lo que hago y si me ofrecen un trabajo que no me provoca pasión, no lo hago», aseveró.
Opiniones
Para concluir nuestro diálogo con el afamado Charlie, le preguntamos acerca de su opinión acerca de algunos temas.
¿Qué opina de los medios de comunicación actualmente?
-Hay extremos. Por respeto no diré nombres, pero hay varios desastres al aire que nos están haciendo retroceder culturalmente. Están exaltando lo peor del país. Hay canales que tienen muy buena producción, mensajes, pero los canales porquería son los que tienen el mejor rating. Otros generan violencia.
¿Cuál es su opinión de la actualidad política en Honduras?
-No se le ve un norte. Los líderes actuales han perdido mucha credibilidad, no aprovecharon su moméntum. Fueron desviados con otras ideas entonces ahorita siento que las personas nobles del país, los que sí podrían hacer un cambio, no tienen la oportunidad que el pueblo los escuche por falta de presupuesto.
¿Pensamiento sobre la sociedad hondureña?
-Un atajo de hipócritas. Tienen falso puritanismo, se golpean el pecho y al final les conocemos cosas que aclaran que no son lo que aparentan.
Charlie culminó la conversación manifestando que es creyente, mas no religioso. Su ideología es conservadora, su comida favorita el arroz con frijoles, y su color favorito el azul turquesa en honor a las playas catrachas.
Es sin duda un legendario hombre de los medios de comunicación en nuestro país. Ha dejado una huella importante y va por más en diferentes facetas; la adversidad no lo detiene. Seguro, que tendremos más noticias de él pronto.
