Honduras. El consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Kelvin Aguirre, ha vuelto a manifestar su oposición a la implementación de mecanismos digitales en el proceso electoral, y explicó que implementar el acta digital es inviable, ya que se carece del presupuesto y tiempo estimado.
Aguirre ha argumentado que la propuesta de utilizar un acta digital enfrenta algunos obstáculos por varias situaciones. En el ámbito jurídico, la legislación actual establece el uso de actas físicas, por lo que cualquier cambio requeriría una revisión y modificación de las normas existentes. Este proceso legal sería complejo y podría generar retrasos, explicó.
También dijo que el presupuesto disponible no es suficiente para cubrir los costos de la tecnología necesaria. La implementación de un sistema electrónico requiere la adquisición de 24 mil laptops y 24 mil impresoras multifuncionales, así como la capacitación de los miembros de las juntas receptoras. Además, la propuesta inicial de la junta electoral no contempla estos gastos.
«La capacitación debe ser alta para todos los miembros de la junta receptora que van a manejar esa tecnología. Requiere también de mucho equipo, así como muchas pruebas, muchos simulacros», expuso.
El consejero, además, detalló que la transición a un sistema digital requiere un tiempo considerable. En otros países, la implementación de tecnologías similares ha tomado hasta 15 meses, lo que significa que el calendario electoral de Honduras no permitiría una transición efectiva.
Propuesta de un sistema biométrico
Durante la sesión legislativa, Luis Redondo, presidente del Congreso Nacional, dio a conocer tres propuestas distintas para la integración de un sistema biométrico y la transmisión de datos en los próximos procesos electorales. Cada opción presenta características y costos diferentes, buscando mejorar la transparencia y eficiencia del sistema electoral.
La primera opción está orientada a evitar el duplicado de marcas biométricas, un problema que ha generado inconsistencias en la contabilización de votos. Implementar esta solución requeriría una inversión de aproximadamente 90 millones lempiras.
En la segunda opción, Redondo sugiere reemplazar los equipos actualmente en uso por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con computadoras portátiles. Este cambio permitiría una digitación y aprobación más eficiente de las actas, dado que actualmente las cifras se conocen sólo al momento de la impresión, lo que retrasa el proceso. La inversión necesaria para esta solución asciende a 180 millones de lempiras.
La tercera alternativa propone mantener el sistema utilizado en las elecciones de 2021. Este sistema enfrentó problemas debido a fallos en el suministro eléctrico y la señal, lo que retrasó la transmisión de datos.