Karen Reyes, una docente de Honduras que con su vocación transforma

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Karen Reyes: “Amo educar
Karen Reyes, una docente de Honduras que con su vocación transforma a sus alumnos.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Karen Reyes, una docente de Honduras, muestra que con vocación y entrega se puede transformar la educación.

Amo educar, amo lo que hago y lo hago con amor”.Esta es una de las frases que identifica a esta incansable docente, en su labor diaria como mentora de varios infantes.

En sus manos ha estado dirigir una gran cantidad de niños, en al menos cuatro centros educativos ha derramado sus conocimientos y forjar principios de enseñanza en cada uno de ellos.

Su labor no queda atrapada entre cuatros paredes del aula donde realiza su trabajo educativo, lo transporta a su casa, donde la esperan sus hijos, a quienes ayuda en sus actividades académicas.

Nació en Tegucigalpa, un 28 de marzo de 1978, donde 25 años después, descubriría que la vocación de transmitir sus conocimientos lo traía en sus torrentes sanguíneos.

Conozcamos en esta entrevista exclusiva para Diario Tiempo Digital un poco más de la maestra Karen Reyes, su vida, su percepción y sus ganas de que en Honduras la educación sea una prioridad:

¿Por qué decidió ser maestra?

Podría decir que al principio no fue una de mis prioridades, quería estudiar diseño gráfico, pero un día una amiga me pidió el favor de acompañar a su mamá a una escuela pequeña de un pueblo. La experiencia de compartir con los niños fue inolvidable. Pero me lleno tanto el alma ver la alegría de los niños que en ese momento me visualice frente a ellos enseñando y jugando. Eso no se puede comparar ni comprar.

He vivido tantas cosas con los niños y esto  me hace adorar la docencia, primero porque yo también he aprendido mucho de mis alumnos. Soy maestra de tiempo completo,  desde que me levanto hasta que duermo.

Es una Carrera muy agotadora pero no existe nada más satisfactorio que los niños expresen y defiendan sus ideas, ver sus caras de no entendí, o sí, claro es cierto, me encanta que sean ellos quienes lleguen a crear sus propias ideas. Jamás podré expresar lo que significa que un niño llore en mi hombro, o te regalen una cartita diciendo que eres su maestra preferida, o quizá que eres el mejor maestro del mundo.

«Los maestros no dejamos de ser maestros en ningún momento»: Karen Reyes

Soy maestra porque me gusta enseñar y aprender… Soy maestra porque a pesar de todos los inconvenientes,  educar a un Niño y ver el resultado de mis enseñanzas eso no tiene precio.

¿A qué edad estaba convencida de ser maestra?

A los 25 años.

¿En cuántos centros educativos ha trabajado?

4 escuelas.

¿Siempre en instituciones bilingües?

Así es, siempre.

¿Cree que la mayoría que estudia magisterio sea por vocación? ¿Por qué?

No, creo que algunos estudian magisterio por necesidad, otros por seguir un legado familiar y estamos los que realmente amamos la docencia.

¿Cuál es su estado civil?

Soltera

¿Tiene hijos? ¿Si los tiene, como es su vida diaria, igual o distinta que en el instituto?

Tengo dos hijos, una niña y un varón.

Los maestros no dejamos de ser maestros en ningún momento, creo eso es inevitable. Si hay trabajos que hacer entra súper mamá y súper maestra al rescate, soy una mezcla de ambos y siempre tratando de que sigan instrucciones. La labor no puede ser por separado cuando amas lo que haces.

Docente en Honduras y sus ideas

 

¿Qué actividades realiza dentro del aula para dominar el grupo?

Dependiendo de las clases y las actividades planificadas, pero podría decir esto:

  1. Mover los pupitres y probar diferentes configuraciones de las mesas para crear un entorno más agradable que sea más apto para la colaboración.
  2. El aprendizaje social y emocional para enfatizar el aprendizaje cooperativo centrado en el alumno.
  3. Trabajos cooperativos y dinámicos, donde se involucre cada una de sus habilidades y fortalezas entre otros.

 

¿Si estuviera en sus manos, que cambiaría en el plan de clases? ¿Por qué?

Responderé a su pregunta de la siguiente manera: Gracias a Dios la institución donde laboro me dan la oportunidad de poder crear mis clases, ellos aprueban mis actividades y me dan sugerencias constantemente. Creo eso ha permitido que mis clases sean amenas y pueda desarrollarlas con empeño y esmero.

¿Qué anécdotas ha tenido como docentes que usted más recuerde tanto buenas como malas?

He tenido muchas experiencias. Pero una me enseño que el corazón de los niños a pesar de ser tan pequeño es muy fuerte y los adultos no conocemos el valor de ellos.

Pondré como nombre Sarita, ella es una niña muy linda y cierto día le vi triste durante todo el día, aislada completamente de los demás y constantemente le preguntaba si ella estaba bien o sentía molestia alguna. Ella respondía que no por la tarde,  en hora del recreo se acercó y me dijo con voz quebradiza: Miss, le contaré lo que me pasa, pero prométame que a nadie le contará.

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Empezó su historia contando sobre la separación de sus padres. Ambos lados pelaban por quién debía quedarse con ella, y ella decía «me hacen sentir como un objeto», yo solo quiero ser feliz y no me importa con quién.  Diariamente hablábamos y ella desahogaba sus penas con mi persona, los consejos y palabras para ella eran constantes pero ella seguía en su aislamiento. Hasta que un día me dijo:  «Sabe Miss, usted me ve reír como loca, pero por dentro lloro sin parar, que difícil es mi vida y solo tengo 12 años, pero ya no quiero ser así seguiré adelante y lo que venga lo resolveré de buena forma. Quiero ser feliz y lo merezco.

El cambio fue inminente y su sonrisa es constante y su rendimiento igual. Triste realidad pero toca mi alma y hace que llore.

 

¿A su percepción, el sistema educativo ha evolucionado o involucionado?

Aún está en un atraso, se sigue utilizando un sistema obsoleto y no está acorde con los nuevos paradigmas de la educación del siglo XXI, para poder preparar a nuestros alumnos para nuevos retos.

 

 

 

 

¿Qué medidas tomaría para mejorar el sistema educativo de Honduras?

  1. Cambiar completamente la forma de impartir clases en el sistema público.
  2. Instruir a los maestros que lo importante son los alumnos, de ello depende mucho el tipo de personas que formaremos para una mejor sociedad.
  3. Educar diariamente con valores y armonizar con padres de familia para que estos eduquen primero en casa y el maestro refuerce en el aula.
  4. Mejorar la disciplina y responsabilidad del alumno para el cumplimiento de sus deberes, solo así tendremos personas útiles a la sociedad.
  5. Instruir a los maestros a que eduquen en la era tecnología, esta época les hace participes de muchas y novedosas actividades, permite captar mejor su atención y lograr un mejor aprendizaje.

¿Tiene algún lema o frase motivadora para sus alumnos o para usted en su trabajo?

 *Amo educar, amo lo que hago y lo hago con amor.

¿Qué recomendaciones da a los padres de familia para preparar a sus hijos antes de ingresar a la escuela?

Educar a sus  niños en responsabilidad, ayudarles a hacer personitas independientes para que ellos puedan realizar sus actividades y los padres solamente supervisar.

 

¿Qué recomendaciones da a las autoridades de Educación para mejorar el sistema?

  1. Fomentar la actividad y la iniciativa frente a la búsqueda de los conocimientos.
  2. Tener en cuenta su desarrollo psicológico en la programación y los niveles.
  3. Dar importancia tanto a la relación educativa como a la adquisición de técnicas y contenidos básicos.
  4. Instruir a los maestros para educar con amor y temor de Dios.

¿Si no hubiese sido maestra que otra profesión hubiese elegido y por qué?

Diseño gráfico, o maestra de danza, me gusta crear, innovar el baile y como ve, siempre involucrado con enseñar.

+ Cuales serían sus palabras finales acerca de la educación para el pueblo hondureño.

Honduras necesita gente comprometida de corazón sin colores de bandera ni religión, eduquemos con amor y temor de Dios, eduquemos porque amamos a los estudiantes, esto nos hará mejores personas y nuestro trabajo tendrá buenos frutos.

Educar es un arte que no se compra en ningún lugar,  y ninguna profesión tiene tanto valor como el ser maestro. Esto lo llevamos en la sangre.