HONDURAS. A criterio de la ex presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Juliet Handal, el gobierno no hace nada para terminar con los serios problemas que provocan los altos precios de los combustibles y que afectan a la economía hondureña.
Según Handal, la regulación que hace el gobierno en el tema de los combustibles es entre comillas. Lo anterior, debido a que quienes establecen y disponen los precios de los carburantes en Honduras son las compañías importadoras.
En ese sentido, criticó que el gobierno sólo se preocupa por recoger los impuestos que genera dicho negocio y no hace nada por regular o controlar los abusos cometidos por los importadores en la fijación de precios. De igual forma, señaló que en el país se siguen pagando precios inflados, valores que no son los que refleja el mercado internacional del petróleo. Lo anterior, es producto de la falta de transparencia que hay en la definición de la fórmula, aseguró Handal. Cabe indicar que es en base a dicha fórmula que se fijan los precios de los carburantes en el país.
“El gobierno no controla nada. La fórmula para calcular el precio de los combustibles que se llama fórmula, paridad precio de importación que fue establecida en 1992, se estableció para supuestamente beneficiar los precios en el país, pero se quedó perenne. Se había dicho que eso sólo iba a funcionar por un año. Son las compañías importadoras las que regulan y disponen todo. Estas le dicen al gobierno a través de la CAP qué precio poner en la formula”, remarcó la entrevistada.
Asimismo, explicó que dicha fórmula la conforman varios componentes. Entre ellos está el precio de importación que actualmente se llama precio internacional.
Le puede interesar: Ante altos costos de los combustibles, dirigente sindical recomienda uso de burros para movilizarse
Falta de transparencia en la fijación de la fórmula
“Ese es el precio al que supuestamente venden las compañías importadoras el combustible refinado. Lógicamente eso se vende en dólares, pero aquí se hace el cambio a lempiras.
Pero hay que ver a qué cambio lo traducen, sólo ellos saben porque no hay transparencia”, puntualizó. De igual forma, indicó que en dicha fórmula se incluyen otros componentes.
Esos son el cobro de almacenamiento que hacen los importadores y las ganancias de los gasolineros. También se incluye el impuesto que cobra el gobierno. “Antes era en dólares ,pero en el gobierno de Maduro se cambió a lempiras. Fue allí que se empezaron hacer los primero cambios. Por ejemplo, se utilizaba el precio de importación del caribe y se cambió al precio del golfo. En Honduras los precios que ponen como precios de importación no es el verdadero del mercado internacional, está inflado. Eso se demostró en la licitación de los combustibles. En la fórmula, el gobierno lo que hace es sumar todos los componentes que les dan las compañías importadoras. Entonces realmente el gobierno no controla nada”, enfatizó.
A efecto de eso, manifestó que el gobierno no verifica que los datos proporcionados por las importadoras sean los correctos. “Además, la formula ya no se pública. La CAP ahora ya no se escucha. Ellos son los que deberían estar informando cuando sube y baja el precio de los combustibles. El gobierno tiene la obligación de darles tranquilidad a los consumidores”, consideró.
Handal sostuvo que aunque Honduras no pueda controlar el precio internacional de los carburantes, si puede para los abusos. “Honduras no es un país productor y tampoco puede controlar el precio internacional. Pero sí puede controlar y regular los abusos del precio del mercado internacional, quienes los ponen son las importadoras” reiteró.
La liberación del mercado de los combustibles no es una solución a los altos precios
En cuanto a la liberación del mercado de los combustibles, Handal dijo que esa no es una solución. Sino que se deben quitar los contratos leoninos que tienen los gasolineros con las compañías importadoras.
“Desde hace años hablan liberar el mercado y esa es otra excusa que ponen. La liberalización no va a rebajar los precios en Honduras porque no hay condiciones como en Guatemala. Por ejemplo, en ese país está la oportunidad que tienen las gasolineras de comprarle a quien le venda más barato. En Honduras todas las gasolineras que existen están amarradas con contratos leoninos con las compañías importadoras”.
“Si se liberaliza el mercado, esto quiere decir que puede ir a comprar a donde quiera y a diferentes precios. Pero eso no sucede en Honduras porque todos les compran a los mismos suplidores. En Honduras no hay oportunidad de competencia de precios. Si se quiere liberalizar el mercado se deben crear las condiciones para generar una verdadera competencia”, aseveró.
En ese sentido, advirtió que como tienen todo bajo control, el mejor gol que meterían seria liberar el mercado. Eso, sin haber creado las condiciones para hacerlo.
“En Honduras no hay opción, las gasolineras no venden más barato unas que otras porque todas compran al mismo suplidor bajo contratos al mismo precio. Los empresarios dicen que hay que liberar el mercado para que haya competencia, pero eso es de las importadoras, desde hace años hablan de eso”, recordó.
De ese modo, lamentó que las instituciones correspondientes no hacen sus trabajos para verificar la verdadera competencia en el país.
En años anteriores se comprobó que en Honduras sí se podían pagar precios justos
“Quien regula son las mismas compañías importadoras. Con la Ley se tiene la esperanza el Estado esté pendiente de la regulación. Porque eso produce inflación junto a la devaluación de la moneda, no se sabe lo que va a pasar en este país. Es Lamentable el silencio de los transportistas, hay un control exagerado de todo. Parece que a nadie le interesa, hace años se habla de lo mismo”, señaló.
Handal recordó que cuando se hizo la licitación de los combustibles se comprobó que se podían tener precios justos. Sin embargo, cuando se dio el golpe de Estado en el 2009 se volvió a la formula anterior.
“Seguimos pagando precios injustos. En Honduras están inflados, no hay trasparencia, sólo enen el precio de importación pagamos entre cuatro y seis lempiras más por galón de combustibles. Luego el gobierno metió otro impuesto, además del impuesto fijo de 21 lempiras por la gasolina superior. También metió cinco lempiras por galón en el gobierno del presidente Lobo”.
“El gobierno recibe un montón de plata por los impuestos y después le importa un comino si se están dando un precio justo. Con tal de recibir el dinero de los impuesto no le importa si se arruina la economía”, cuestionó.
No obstante, dijo que lo peor son los precios inflados que no son los reales que establece el mercado internacional.
Entre el 2006 y 2007 Honduras ahorró más de 12 mil millones de lempiras
“Se quedan ganancias ocultas fuera del país y sin pagar impuestos. En el gobierno del presidente Zelaya y Maduro se controló más cuando se cambió del caribe al golfo. Solo allí se ahorraron ocho lempiras en aquel tiempo. En el país se ahorró entre el 2006 2007 más de 12 mil millones de lempiras. Ese dinero se quedó dentro del país. A penas vino el golpe todo volvió hacer como antes. Hay que preguntarle a la CAP que regulación hace.
En Honduras se cobra más por octanajes inferiores
Sobre la propuesta de elevar el octanaje a la gasolina regular, Handal dijo que esa fue una recomendación que se dio cuando Porfirio Lobo era presidente del CN. En aquel tiempo, detalló que se vio en Honduras era mejor utilizar desde siempre un octanaje de 87. Pero en el país se cobra más por octanajes inferiores.
“En Honduras se importa gasolina superior sin la necesidad de importarla, como no habido interés de hacer las cosas bien, cuando vino el golpe vino la guerra”.
“El señor Meyering entrenó a muchos técnicos que deberían estar trabajando. Pero lamentablemente en el país es impresionante que se hable de lo mismo, en el golpe se botó todo el avance”.
“Lo que han hecho es desprestigiar y descalificar todo lo que toca grande intereses como el tema de los combustibles. Lamentablemente el pueblo se lamentará, pero va a llegar a 200 y no va a pasar nada”.
Hay poca voluntad política de los gobiernos de pagar precios justos. No se puede saber la calidad de los combustibles porque no hay control. Los laboratorios jamás fueron instalados. No hay interés real y cuando lo hubo empezó la guerra. En aquel tiempo ganó la licitación una de las compañías más grandes de Estados Unidos, pero boicotearon todo el trabajo. Si hay voluntad política sí se puede resolver el problema”, concluyó Handal.
