Tegucigalpa, Honduras.
El sub-comisionado de la Policía Nacional, Julián Hernández, aseguró que la seguridad en el estadio Nacional de Tegucigalpa ayer domingo, estuvo asegurada.
Hernández mencionó que los anillos de seguridad que implementó la Policía Nacional para el juego de Gran Final entre Motagua y Honduras Progreso, funcionaron debidamente.
Sin embargo, la súper población de aficionados y entre el desborde de los aficionados por intentar hacer su ingreso al coloso capitalino, derivó en una tragedia.
“La seguridad por parte de la Policía Nacional estuvo a un cien por ciento, tal como se había planificado. Fuero alrededor de 500 elementos distribuidos en diferentes anillos de seguridad. Sin embargo se dio una situación atípica. El estadio Nacional ya se encontraba abarrotado y fuera de su capacidad. No se ve esto ni en los encuentros de la selección nacional de Honduras”, explicó Hernández.
El hecho que ocurrió a eso de las 3:30 de la tarde, se suscitó exactamente frente al portón 11 del estadio nacional. El mismo conocido como el portón azul, se vio invadido por una multitudinaria cantidad de publicó. Mismos, que con boleto en mano, pretendía ingresar al coloso capitalino.
“Había una gran cantidad de personas con boletos en manos. Y la desesperación de las personas al ver que faltaban pocos minutos para el comienzo del juego, y aún no habían hecho su ingreso, los desesperó”.
Investigación
Desde la misma noche del domingo, tras finalizado el encuentro futbolístico de la conquista de la Copa 15 para Motagua, se iniciaron las pesquisas investigativas.
Se presume mucho acerca de la falsificación e boletos y del mismo modo, la sobreventa de los mismos, lo que generó la aglomeración del público.
“Ya hay una investigación respecto a este hecho. Hay varios aspectos que aclarar. Parte de las investigación es si hubo o no sobreventa de boletos. Queremos saber si existió falsificación de boletos”. Agregando que: “Son situaciones que no se pueden controlar, incluso varios miembros de la Policía Nacional fueron heridos. Hoy los llamaría héroes, porque protegieron vidas y la de muchos niños, sin importar el riesgo”.
