JOH: «Mis condolencias con familias de víctimas en Orlando»

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Juan Orlando Hernández.

TEGUCIGALPA. El Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se pronunció este lunes en relación a los familiares de las personas que murieron tras ser tiroteadas en un bar gay en Orlando Estados Unidos.

«Nuestras oraciones están con los familiares de las víctimas y su dolor es nuestro dolor, especialmente porque la matanza fue perpetrada en nombre del terrorismo y el odio», señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras en un comunicado.

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Puntualizó que «Honduras se encuentra conmocionado por este crimen que no solo ataca a una comunidad, sino también los valores de la libertad, algo que compartimos ambos pueblos».

«Estados Unidos se sobrepondrá a este cobarde ataque, fortaleciendo más su libertad, valor fundamental de su democracia, y los intolerantes y promotores del odio saldrán derrotados de sus creencias que solo promueven la crueldad contra los inocentes», señala la información oficial de Tegucigalpa.

Por otro lado,  dijo que «Para hacer de la justicia social una acción del Gobierno tenemos que tener instituciones efectivas y eficientes, debemos entender los servidores públicos que la razón de ser de nuestros cargos es el ser humano».

Agregó que «No podemos atender al pueblo hondureño con parsimonia y sin la calidez que se merece y que tenemos retos a lo largo y a lo ancho del mundo».

MATANZA EN ORLANDO

Estados Unidos vivió el pasado domingo en Orlando (Florida) uno de sus capítulos más oscuros. Un hombre de 29 años abrió fuego en una discoteca popular entre la comunidad gay, matando al menos a 50 personas e hiriendo a otras 53.

Es el peor tiroteo múltiple registrado en la historia del país. Los primeros indicios apuntan a un único tirador, que murió abatido por la policía. El atacante, identificado como Omar Siddique Mateen, era un ciudadano estadounidense de padres afganos. El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) asumió la autoría del ataque, pero las autoridades estadounidenses señalan que no hay pruebas que respalden una conexión directa entre el grupo y el ataque. El presidente Barack Obama calificó la masacre como un “acto de terrorismo y odio”.

Fuentes de la investigación citadas por varios medios estadounidenses apuntan que el atacante habría llamado al número de emergencia 911 poco antes de la masacre para declarar su lealtad al Estado Islámico. Horas después del ataque, el grupo asumió la autoría del mismo en un boletín emitido por su agencia informativa Amaq. Los investigadores señalan que, de momento, no hay ninguna indicación de que la organización terrorista haya entrenado o dirigido al asaltante.