Reportaje: De muñecas de sala a extorsionadoras de primer nivel

Jeimy Lorely Portillo y Cinthia Paola, condenadas a 15 años por extorsión

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jovencitas extorsionadoras en Honduras
Jeimy Lorely Portillo y Cinthia Paola, condenadas a 15 años por extorsión

SAN PEDRO SULA. En Honduras, comerciantes, taxistas, transportistas, peluqueros, vendedores ambulantes de tortillas y trabajadoras sexuales que están en un territorio considerado «propio», pueden verse obligados a pagar para poder vivir en paz.

De hecho, en los últimos tiempos, en el país se ha visto cómo aumenta la labor silenciosa de estas o estos menores que se encargan de hacer el trabajo sucio de los adultos que pertenecen a las bandas criminales.

La ventaja para las pandillas es que los menores no enfrentan penas de cárcel sino que son enviados a centros de internamiento. Mientras que un adulto puede ser condenado hasta 30 años de prisión por el delito de extorsión continuada. Las maras se aprovechan además de que «algunas víctimas sienten lástima por los niños y no denuncian», dijo el abogado Javier Acevedo, coordinador de proyectos del Comité Nacional de Prevención contra la Tortura, Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes (CONAPREV).

UN EJEMPLO

Cinhia Paola Monge Lara y Jeimy Lorely Portillo Galdámez mantenían bajo la sombra del miedo a los habitantes de la Colonia Ideal, en la zona norte de Honduras.

No sólo eran dos simples adolescentes que conquistaban a los muchachos de la zona, pues su inclusión en las pandillas las convirtió en dos damas de las pandilla 18, quienes también participaban en la extorsión de negocios y a su vez sembraban terror entre los vecinos de la referida colonia.

Información obtenida indica que Cinthia y Jeimy (una sicaria que participó en tres crímenes) crecieron como otras niñas, jugando, compartiendo con sus seres queridos, pero hubo algo que las hizo cambiar, pues la zona se fue haciendo mucho más vulnerable y no tuvieron más opción que adentrarse a las pandillas, sitio donde según ellas encontraron refugio, placeres, seguridad y sobretodo…dinero.

Su gozo y libertinaje acabaron cuando los elementos de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) las capturaron junto a un muchacho tras un trabajo de seguimiento y vigilancia, Cinthia fue arrestada en la Colonia Miguel Ángel Pavón el 28 de enero del año 2016, asimismo a Jeimy Portillo, ambas tuvieron que ser mostradas ante los medios de comunicación como las supuestas responsables del delito de extorsión, pero el pasado 22 de enero se confirmó su culpabilidad, el Tribunal de Sentencia de la sala uno las terminó condenando a 15 años de prisión, pues en el pleno juicio oral y público y al sentirse acorraladas por la Fiscalía, decidieron aceptar su cargo.

Este tipo de jovencitas tienen personalidades similares a las de los varones —pasivo-agresivas y disociales; es decir, que existe presencia recurrente de conductas distorsionadas, destructivas y de carácter negativo, las miramos maquilladas y arregladas, bonitas, sin imaginar que sean capaces hasta de matar.

Investigadores señalan que las redes sociales en especial Facebook, se han convertido en el medio de comunicación de las maras. Mencionan que se ha detectado que en los perfiles de las adolescentes se puede observar cómo han pasado de colocar “ositos” a publicar fotos de pandilleros o hasta de capos, como el Chapo Guzmán o “tiran barrio” —señas que identifican a las maras—. En ese sitio los antisociales enganchan a jóvenes y les trasladan órdenes para delinquir, en esa red social se ha detectado que existen páginas de las que las adolescentes son seguidoras y que son administradas por pandilleros.

Estadística de las capturas de extorsionadores del año 2017 y hasta la fecha

¿CÓMO OPERAN? 

Conversamos con un elemento de la Fuerza Nacional Autextorsión (FNA) y tuvimos acceso a datos importante sobre su forma de operar, cuánto ganan y qué lugares están sitiados.

«Nos hemos dado cuenta que la pandilla 18 y la MS-13 son los grupos protagonistas en la extorsión, pero trabajan diferente», remarcó el oficial.

Lo primero que hacen los pandilleros es endulzar el oído a los adolescentes, los manipulan con mentiras, una vez esto, les hacen saber que contarán con su apoyo, que les darán un sueldo de unos 550 lempiras semanales, más alimentación, pero a cambio deben ser fieles a la mara.

DATOS

-15 años de prisión para extorsionadores que confiesen su delito

-De 25 a 30 años de cárcel por extorsión continuada.

Comienzan haciendo trabajos sencillos, los ponen como «banderas» para que estén alertas de lo que pasa en determinada colonia y ante cualquier anomalía, avisar mediante una llamada telefónica.

Una vez que los cabecillas miran la fidelidad de estos jóvenes, los mandan a hacer pequeñas misiones, tales como seguimientos, averiguar o confirmar por ejemplo dónde se vende la droga, quiénes son los que la distribuyen y sus clientes.

Tras esta etapa, se genera un alto grado de confianza y respaldo, entonces es el momento en el que se les asigna la ruta para vender droga o extorsionar negocios. Cabe mencionar que los cabecillas aún así siempre los mantienen vigilados y les advierten que tienen que entregar el dinero cobrado de forma completa, sino será asesinado (a); desde luego, les dan un plazo y dicho efectivo debe pasar por tres manos, primero lo recibe el principiante, luego pasa por el que tiene más experiencia en el grupo y finalmente llega al cabecilla.

Los adolescentes que normalmente son reclutados es porque no tienen trabajo o vienen de una familia desintegrada, oportunidad que es aprovechada mediante artimañas por los pandilleros. «Quiero destacar que realmente ninguna pandilla los obliga a que formen parte de su grupo, pero al no tener dinero se miran obligados y es allí donde son cazados, pues los mareros se juegan bastantes intereses y no van a querer tener a un desleal que los vaya a terminar denunciando», enfatizó el agente FNA.

LOS PUNTOS DONDE MÁS ABUNDA LA EXTORSIÓN

Según el agente FNA, es en La Lima, San Pedro Sula, Choloma y Villanueva, siendo el sector transporte el más afectado de todos. Según remarcó, han habido capturas de hasta niños de 13 años de edad, quienes son encontrados haciendo actos ilícitos, por lo que son llevados a la Dirección de Niñez Adolescencia y Familia (DINAF), allí finalmente les ponen un psicólogo por un tiempo determinado y bajo medidas de protección, para después liberarlos.

En cambio, los menores arriba de 16 años de edad, son llevados a reclusorios, puesto que se considera que ya han escalado varios puestos y habilidades dentro de las pandillas, lo que representa un peligro entre la población.

Varias jovencitas son reclutadas por pandillas para extorsionar

LA 18 Y LA MS-13 OPERAN DE FORMA DISTINTA

«Los comportamientos son diferentes, por ejemplo, los integrantes de la mara 18 son más abiertos y ellos son claros al grupo que pertenecen, no se esconden en nada y se muestran a los demás. En cambio, los de la MS-13, trabajan normalmente como cualquier persona y hasta tienen puestos importantes dentro de las empresas», puntualizó la FNA en entrevista.

Cada uno de estos miembros tiene su alias, es el que más le guste y muchos de los que han sido capturados son llamados a los tribunales de justicia, donde son sometidos, allí también llegan parientes que alegan que son inocentes; sin embargo, casi siempre las autoridades presentan pruebas contundentes que termina por condenarlos.

Son engañadas por líderes de maras para entrar y poder extorsionar

TRASLADO DE REOS BAJÓ LA EXTORSIÓN

Según la FNA, la extorsión ha bajado en un 40% en los últimos meses debido al traslado de los reos a cárceles de máxima seguridad, tales como «El Pozo» en Ilama, Santa Bárbara y «La Tolva», en El Paraíso.

Además, agregaron que las denuncias han bajado, pero a su vez, invitan a la población para que confíe en sus autoridades y denuncien este tipo de hechos que se registran en su negocio, en el de el vecino o de cualquier otra índole.