Redacción. Una escena tan intensa como polémica se vivió en plena Avenida del Libertador, en Santa Marta, Colombia, cuando una joven protagonizó un momento de violencia al sorprender a su padre en compañía de una mujer que, presuntamente, sería su amante.
El hecho, registrado por varios transeúntes que no tardaron en sacar sus teléfonos móviles para grabar la escena, se viralizó en redes sociales, abriendo un debate sobre los límites del reclamo moral, la violencia y los valores familiares.
En el video, que ya circula ampliamente en plataformas digitales, se observa al automóvil del padre estacionado a un costado de la vía. La joven, con un objeto contundente en la mano (al parecer una piedra), arremete contra el vidrio del copiloto, donde se hallaba la amante.
Acto seguido, la joven se dirige al lado del conductor y, entre gritos y señalamientos, también golpea ese vidrio, pese a los intentos del hombre por evitarlo.
VEA VIDEO
Lea también: Mujer furiosa golpea a amante embarazada de su ex en SPS
En su mano izquierda, la hija sostenía un celular con el que, aparentemente, también grababa el momento, mientras que con la otra seguía golpeando el automóvil. La escena no solo llamó la atención de los peatones y conductores que transitaban por la zona, sino que rápidamente escaló en el entorno digital, desatando una ola de reacciones.
Reacciones
Para algunos usuarios de redes sociales, la reacción de la joven representa un gesto por el respeto hacia su madre y la dignidad familiar. Sin embargo, no todos los usuarios en línea comparten esa perspectiva.
Muchos internautas cuestionaron la forma violenta en que se manejó la situación. Algunos resaltaron que la hija no solo incurrió en la destrucción del vehículo, sino que también transgredió los límites del respeto filial. Incluso sugirieron que la joven podría enfrentar consecuencias legales por los daños ocasionados al carro.
La identidad de la joven sigue siendo reservada, pero la conversación que se ha desatado alrededor del hecho está lejos de extinguirse. Lo que para algunos fue una acción ejemplar para respetar a su madre, para otros representa una falta de respeto y autocontrol.