Redacción. Amber Perren, una optometrista de 27 años, vivió momentos de terror el pasado 23 de julio mientras nadaba en el río St. Lucie, en Florida, Estados Unidos.
La mujer disfrutaba de un paseo en bote con su esposo Kelby y su perro cuando decidió meterse al agua, sin percatarse de que un caimán de más de dos metros y medio la acechaba bajo la superficie.
En cuestión de segundos, el animal emergió y mordió con fuerza su brazo derecho. Los gritos de Amber alertaron a su esposo, quien se lanzó al agua y, tras un violento forcejeo, logró rescatarla y llevarla de vuelta a la embarcación. Desde allí, la trasladaron de emergencia a un hospital en Fort Pierce.
Graves heridas
El ataque dejó lesiones graves: fractura de ambos huesos del antebrazo, corte de una arteria y síndrome compartimental.
Amber necesitó cinco cirugías y múltiples injertos de piel para reconstruir su brazo, pero regresó a su consultorio apenas semanas después, decidida a continuar con su vida.
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Aunque todavía sufre entumecimiento en la mano y requerirá fisioterapia prolongada, la joven asegura que no renunciará a su amor por el agua. “No volveré a esa playa, pero volveré”, expresó con firmeza.
Las autoridades ambientales de Florida confirmaron la captura del caimán gracias tramperos especialistas. Lejos de guardar rencor, Amber planea conservar el cráneo del animal como recuerdo de la batalla que casi le cuesta la vida y de la valentía de su esposo, quien salvó su vida.
Su historia, que se ha vuelto viral, ha generado conmoción en la zona y recuerda los peligros que pueden presentarse en ríos y lagos donde estos animales son frecuentes.
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