Redacción. Jonathon Enríquez, un ciudadano de Mesa, Arizona, admitió ante las autoridades haber agredido a su pequeña hija, de apenas tres semanas de nacida. Según confesó, la golpeó porque no dejaba de llorar.
Los equipos de emergencia llegaron al complejo habitacional ubicado en la intersección de las calles Gilbert y University, en Mesa, alrededor de las 9:00 de la mañana del 11 de julio. Allí encontraron a la bebé sin signos de respiración y con moretones en ambos ojos.
La policía informó inicialmente que “la bebé se había atragantado mientras le daban el biberón”. Pero el expediente médico reveló una realidad mucho más grave: la menor sufrió sangrado en la retina, fracturas en una pierna y en el cráneo, además de un derrame cerebral.
También presentaba lesiones en distintas etapas de curación, indicio de maltrato repetido. Fue trasladada en estado crítico a un hospital, donde finalmente falleció el 26 de julio.

Acusado por homicidio y abuso infantil
El miércoles 6 de agosto, la Policía de Mesa detuvo a Jonathon Enríquez, de 22 años y padre de la bebé, y le imputó cargos por homicidio y abuso infantil.
“Da miedo pensar que algo así puede suceder tan cerca de tu casa. Mi niña tiene cuatro meses y es importante estar atentos. A veces uno cree que la familia es de confianza, pero el peligro puede estar más cerca de lo que imaginamos”, expresó Elizabeth Segura, madre de familia que reside en el mismo complejo habitacional.
De acuerdo con documentos judiciales, la madre de la pequeña se encontraba trabajando cuando Enríquez le envió un mensaje reconociendo que había cometido un error. Más tarde, ambos dijeron a un oficial que la niña se había caído de una carriola y que las heridas en sus ojos se debían a un golpe accidental con el cinturón del auto.

Los detectives han solicitado a la corte superior que se tome en cuenta la gravedad de los cargos y la sentencia, señalando que Enríquez estaba recién mudado a Mesa. Se le fijó una fianza de un millón de dólares. Por el momento, no se sabe si la madre enfrentará cargos.
La psicóloga y terapeuta integral Verónica Sevilla advierte: “Hay muchas condiciones emocionales y mentales involucradas, como ansiedad y depresión. A veces estas personas no reconocen el conflicto interno que tienen, por lo que es vital prestar atención a las señales que pueden desencadenar una pérdida de control”.