REDACCIÓN. Una joven tomó la decisión de sacrificar su vida social durante varios años con el fin de ahorrar 5 millones de lempiras, pero ahora se encuentra arrepentida y afirma sentirse «miserable».
Gwen Merz, una estadounidense, compartió su experiencia con Business Insider sobre cómo sacrificó su vida social y vivió con recursos limitados para ahorrar para un retiro anticipado.
La historia de Gwen Merz comenzó a sus 23 años, justo después de graduarse de la universidad y conseguir su primer empleo, donde ganaba 65 mil dólares anuales, aproximadamente 1 millón 600 mil lempiras. De esa cantidad, Gwen decidía ahorrar casi un 75%, minimizando sus gastos al máximo.
Esta drástica reducción de gastos significaba que durante casi cinco años, la joven se abstuvo de asistir a conciertos, eventos deportivos y optaba por invitar a sus amigos a su casa para evitar salir y gastar dinero.
La mujer logró ahorrar 200 mil dólares, equivalentes a más de 5 millones de lempiras. Sin embargo, admitió que, aunque alcanzó su meta financiera, perdió mucho en el proceso, incluyendo impactos negativos en su vida sentimental.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se dio cuenta de que había perdido valiosos aspectos de la vida y que su estrategia de ahorro extremo no era la más adecuada para ella, resultando en carencias emocionales y profesionales.
A pesar de que logró ahorrar 200 mil dólares en cuatro años, Gwen Merz reflexiona ahora sobre el costo personal en su estrategia.
En su entrevista con Business Insider, reveló que hubo momentos en los que se sintió «miserable». Aunque no se arrepiente completamente, admite que su perspectiva ha cambiado y ahora ve la vida de manera diferente.
Arrepentimiento
Al llegar a los 27 años, Gwen comenzó a percibir el impacto negativo de su estilo de vida no solo en sus relaciones laborales sino también en su vida sentimental.
La falta de estabilidad emocional y la dificultad para encontrar una pareja que compartiera su enfoque hacia las finanzas personales se hicieron evidentes.
Eventualmente, Gwen tuvo una revelación y decidió que su objetivo inicial de ahorro extremo no justificaba los sacrificios personales que estaba haciendo.
En un cambio significativo de dirección, Gwen encontró un nuevo empleo que le ofreció la oportunidad de construir una carrera a largo plazo. Esto marcó un punto de inflexión en su vida: modificó su enfoque financiero, pasando de ahorrar el 75% de su ingreso a solo el 10%.
Dicho ajuste le permitió destinar el resto de sus ingresos a satisfacer sus necesidades y disfrutar de la vida. De esta manera equilibró mejor sus finanzas personales con su bienestar emocional y social.