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jueves, abril 25, 2024

José Luis Moncada: Gobierno debe dar flexibilidad a la banca y asumir el riesgo

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una política de impago de créditos o una coerción del Gobierno para que la banca dé aún más soluciones económicas, no puede presentarse en plena crisis por COVID-19, considera José Luis Moncada, experto en Finanzas.

Moncada, quien también es expresidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), opina que los bancos han sido «bastante abiertos» a ayudar a la gente durante la crisis, pero no se puede llegar más allá y exigirles hasta una condonación de deudas.

«No procede que, por el interés público, vamos a hacer fiesta. Eso es llamar a una inestabilidad financiera», enfatizó, en una conversación con Diario TIEMPO Digital.

El financiero también agregó que la banca puede ser más flexible siempre y cuando el Estado asuma porcentajes del riesgo en los créditos. En ese sentido, el Gobierno ya habilitó un Fondo de Garantía de 2 mil 500 millones (L).

«La banca va a flexibilizar condiciones en la medida de que el Estado asuma un porcentaje del riesgo a través del Fondo de Garantía. Eso porque cualquier incumplimiento que tenga el cliente, ya sea porque no venda o que no haya demanda de sus productos o servicios, el Gobierno garantice esa deuda», explicó.

Además, en una comunicación que vertió en su perfil de Twitter, Moncada expresó más sobre su punto de vista de proposiciones que, señala, dañarían de forma nociva a la banca nacional y, consecuentemente, harían más grande la afectación económica al país.

«Propuestas que promueven impagos totales de los créditos, corridas bancarias o nacionalizar los bancos, equivale a profundizar una situación que ya es bastante complicada y poner al país en terrenos cercanos a una crisis financiera, justo en medio de la pandemia. SEAN SERIOS», sentenció.

Es importante conocer que las observaciones de Moncada proceden, según reveló a TIEMPO, a las declaraciones a un canal de televisión por parte de Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Álvarez: El estado debe usar su poder coercitivo

En esa comparecencia, Álvarez interpretó la situación nacional bajo su consideración. En primera instancia, dijo que las medidas del Gobierno no son suficientes.

«Son insuficientes, esta es una crisis que, además de sanitaria es principalmente financiera. Hay que enfrentarla como tal, con situaciones financieras», dijo.

Sobre el sector público, apuntó que está gastando más y, por tanto, necesita endeudarse más, pero no lo puede hacer al índice de rendimiento que tienen los bonos en el mercado. Consiguiente, sugiere que los bonos tengan una garantía provista por el BCIE.

Mientras que, del sector privado, afirmó que necesita recursos de «larguísimo plazo». Al respecto, mencionó que el Gobierno deberá dar fondos de redescuento a largo plazo y con tasas de interés subsidiadas, pero, «no puede dejar eso en manos de la banca o a su criterio de otorgamiento de financiamientos».

«La banca vela por sus intereses, los de las utilidades del banco y la sanidad del sistema. Hay un interés público de salvar empleos y reactivar la economía tan pronto esto sea posible. Es necesaria la intervención del Estado», aseveró.

Colocó como ejemplo una empresa que abra con una carga financiera alta. Dice que los bancos podrían haber dicho a esa compañía que no pague las siguientes cuotas, tres o cuatro. Pero añade: «Ajá, pero ¿cómo van a pagar la quinta si no ha vendido en tres meses? ¿Cómo le va a pagar a la ENEE?».

Es decir, propone aún más facilidades para las empresas, a través de ayudas bancarias. Para ello, reiteró que debe haber una intervención estatal.

«Si el Estado quiere que el país se ponga de pie rápidamente tiene que dar una resolución financiera agresiva utilizando su poder coercitivo. No puede quedar en manos de los bancos», remarcó.

Un daño auto-infligido 

José Luis Moncada, precandidato a la presidencia, difiere totalmente con el pensamiento del expresidente del BCIE. Además de sus frases previamente manifiestas, opinó que «eso no es lo correcto» pues, la banca lo que hace es «manejar los depósitos de los hondureños», entonces, sometiendo a la banca, el mismo pueblo se estaría dañando a sí mismo.

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«Los bancos han sido bastante abiertos en esos tres meses de alivio y están anuentes a reformular créditos. Pero esa es una cosa y otra es que a usted se le vaya a condonar la deuda totalmente o que haya una política de impago, o que el Estado quiera obligar a la banca a ciertas cosas», concluyó.


 

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