Redacción. El incendio de grandes proporciones registrado el pasado martes en el centro de Tegucigalpa y que destruyó ocho comercios, entre ellos el legendario Chinda Díaz, dejó imágenes impactantes, tanto del antes, durante y después de las llamas.
Los héroes en medio de esta tragedia fueron los elementos del Cuerpo de Bomberos de Honduras, quienes se desplazaron en cuestión de segundos a la zona y lograron sofocar las llamas tras unas horas de arduo trabajo.
Más de medio centenar de elementos, 14 tanquetas cargadas de agua y sobre todo coordinación y concentración, fueron vitales para poder controlar el siniestro, evitando así que se pasara para más negocios y a la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel.

A través de sus redes sociales oficiales, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Honduras compartió una imagen llena de significado y sentimiento. En la postal se observa a uno de sus elementos acurrucado en el piso, mientras toma un suspiro para poder seguir con su labor.
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En el pie de la imagen escribieron: «para servirte patria», evidenciando que están dispuestos a arriesgar todo, hasta su vida, en el cumplimiento de sus deberes y para salvar a otros.

¿Quién es el bombero?
El rostro detrás de esta imagen viral es José Lozano de 19 años, voluntario de la institución, quien asegura que la experiencia vivida será algo imborrable. Durante horas trabajó en poder enfriar la zona y así evitar que el fuego se reactivara.
Lozano habló en exclusiva con Diario Tiempo, explicando un poco de cómo fue atender el llamado, coordinarse y cumplir su misión. Asimismo, resaltó que lleva algunos años en la institución y espera que le ajuste la vida para seguir sirviendo.
«Es algo que hacemos como servicio a la patria, pero también por amor al arte. Como ya lo sabe la población, estaremos siempre disponibles para este tipo de situaciones», afirmó el uniformado.

Según José, el día del incendio él se encontraba en su casa alistándose para entrar a su respectivo turno a las 9:00 de la mañana. Sin embargo, vio en su celular los reportes de lo que estaba sucediendo en el centro de Tegucigalpa, por lo que rápido se movilizó a la base.
«Los compañeros de la segunda compañía ya estaban laborando, pero yo sabía que sí o sí se iban a necesitar los relevos. Me alisté, agarré mi equipo y me fui a la estación central, allí me mantuve a la espera hasta que se hicieron los relevos y empezamos a trabajar», comentó.
Servicio y compromiso
Una vez en la zona cero, José aseguró que por su cabeza no pasó nada más que comenzar a servir y ayudar. Sin embargo, unos minutos después cayó en razón y el entorno se volvió impactante porque se trataba del incendio en un lugar histórico.
También, explicó que como equipo están al mando de oficiales bomberiles y son quienes les dan las indicaciones, para así realizar un trabajo coordinado, en orden y en el menor tiempo posible.

«La sofocación ya la habían hecho los compañeros de la segunda compañía, nosotros solo íbamos a enfriar y recoger para evitar que se reactivara el fuego. Confinamos el área, la rodeamos y comenzamos a enfriar hasta que dejara de salir humo», acotó.
Una historia detrás de la foto
En cuanto a la foto, José Lozano relató que en ese momento estaba tomando un descanso luego de una jornada intensa y continua de trabajo. «Yo ya estaba cansado. Semanas anteriores había enfrentado problemas de salud, pero solamente tomé ese descanso y me puse otra vez a trabajar, porque no podía parar», aseguró.
Según el joven que lleva varios años de voluntariado en la institución, cada emergencia que atienden tiene sus características y particularidad, pero marca su vida.
«En ese momento lo único que me imaginaba y recordaba es que cuando yo estaba pequeño e iba con mis papás a comprar allí, eso es todo en lo que estaba pensando, volví a tiempos atrás. Pero ver que ahora yo estuviese ayudando para que no se propagara, sí me dejó pensando muchas cosas un buen rato, es un lugar histórico y verlo hecho cenizas, derrumbado, me dejó pensando», aseveró.

José es miembro de los bomberos desde los 12 años, puesto que es egresado de la Escuela Nacional de Bomberos Comandante Óscar Gómez. Sin embargo, su capacitación profesional empezó cuando tenía 15 años y desde ese entonces se ha entregado a la institución para ayudar y servir a la sociedad.