Minera y alcaldía de La Unión, Copán sin atender caso de joven especial

Para ayudas: Puedes depositar en Banco Atlántida, número de cuenta 011200241575, a nombre de la tía de José Aníbal, la señora Luz Trigueros Hernández y su teléfono: 9593-1353. También puede llamar a otra de sus tías: Aminta Hernández, teléfono: 99798483. Contacto de su hermanito Orlin Trigueros: 9679-1744. Nota: Todos estos datos proporcionados son de entera confiabilidad, según revisó Diario TIEMPO.

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José Aníbal

SAN PEDRO SULA. Impacto y conmoción ha causado entre la gente la historia de José Aníbal, un joven especial que desde hace 20 años vive el peor drama de su vida y hasta ahora, las autoridades parecen estar con los «brazos desnudos» antes una historia de vida que es desgarradora.

No puede comer, no puede movilizarse y necesita ser atendido a cada momento por su madre, ama de casa, quien gana muy poco dinero y apenas le alcanza en el hogar.

Según informó su madre Carmen Hernández, Minerales de Occcidente S.A. de C.V, estuvo ayudándoles durante un buen tiempo con palañes, leches y otros utensilios necesarios, pero de forma repentina desautorizaron seguir ayudándole, así como a otras personas especiales de la zona.

Cabe mencionar que la empresa minera ha estado comprometida por años a responsabilizarse en obras de infraestructura y viabilidad, así como en re-forestación y algunos beneficios en favor de los habitantes de San Andrés Minas y alrededores, esto, puesto que desde hace muchos años extraen oro en el sitio y viene a ser parte de un convenio.

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Asimismo, Hernández adujo que tampoco ha sido beneficiada por parte de la alcaldía del municipio de La Unión, Copán, la cual es dirigida por el edil Serían Antonio Tábora, quien está próximo a finalizar su período como gobernante municipal, «como siempre, sólo en tiempos de campaña han venido», mencionó de forma quebrantada la mujer a TIEMPO.

OÍDOS SORDOS A UN DESGARRADOR CASO

José Aníbal, de 20 años de edad vive un drama, pues no depende de él mismo y son sus padres quienes les ayudan a alimentarse, asearse, movilizarse o lo que haga falta con la intención de darle una buena calidad de vida, pues el “problema” no tiene cura conocida.

La vida del joven no ha sido sencilla desde que se manifestó la enfermedad, una condición que le ha granjeado a menudo el rechazo más o menos disimulado de algunos de sus conocidos y de hasta ciertas autoridades locales.

Su madre Carmen Hernández, de 38 años de edad es ama de casa y de vez en cuando trabaja lavando o planchando ajeno para llevar un poquito de dinero al hogar, en tanto, su esposo de nombre también José Aníbal, de 44 años de edad, es un agricultor que cada día desafía el sol ardiente a cambio de 150 lempiras que le permitan sobrevivir entre tanta pobreza, dificultad social y la enfermedad de su amado tesoro.

“Salí embarazada de dos gemelos y en igualdad de condiciones, pero el hermano de José Aníbal murió a los 15 días de nacido en el Hospital de Occidente. En aquel entonces nunca los médicos me dijeron que mi embarazo traería problemas, pero cuando mi niño iba creciendo comencé a notar movimientos extraños, entonces lo llevé donde un médico para que lo revisara y me dijeron la enfermedad de mi hijo, algo que me destrozó mucho, pero dije que lucharía con él hasta el final”, comenzó diciendo su madre a Diario TIEMPO.

UN JOSÉ ANÍBAL SE DESVANECE

“Lo estuve llevando 14 años a la Teletón en Santa Rosa de Copán, pero al final miramos que poco servía, entonces nos conformamos y ya no seguimos yendo, desde entonces le compramos pañales y leche, le damos como un niño porque él no puede comer y siempre estamos al pendiente de sus cuidados”, agregó su mamá en exclusiva.

Se supo que los pañales que ellos compran, anda el paquete en unos 1,500 lempiras, asimismo, compran un leche de bajo precio, puesto que no tienen el dinero suficiente para adquirir la mejor de las leches y la cual se les recomendó.

PIDEN RESCATAR A JOSÉ ANÍBAL

Cabe mencionar que el problema del joven hondureño es en su mayoría algo cerebral, tampoco puede movilizarse y lo que más le preocupa a sus padres son unas úlceras que le han salido repentinamente y que hacen que su muchacho grite y llore por el dolor que siente en su cuerpo.

Según dijo doña Carmen, la mina que está instalada en la referida aldea, les estuvo ayudando por un buen tiempo y gracias a la intervención del patronato dirigido por el señor Mario Miranda, pero después, las autoridades mineras desautorizaron toda ayuda para ella y los ancianos (personas especiales). Por su parte, añadió que la alcaldía de esa localidad no se ha puesto a disposición para colaborarle, pues aduce, es un caso verdaderamente especial en el municipio.

Doña Carmen tiene otros dos hijos, uno se llama Orlin Josué, de 18 años de edad, que trabaja en la agricultura y Diana Marilyn, de 12 años de edad, quien está estudiando con gran esfuerzo en séptimo año de colegio.

Casa de habitación de José Aníbal, sus dos hermanos y sus padres