TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un alto a la corrupción en Honduras exigió el banquero Jorge Bueso Arias, tras la publicación de un informe del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) donde señalan irregularidades en compras durante la emergencia por COVID-19.
El documento apunta que la Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H), mediante adquisiciones sobrevaloradas, provocó un perjuicio de 57 millones de lempiras a las finanzas del Estado.
Ese daño se dedujo mediante la comparación a las compras que realizó, por los mismos productos (mascarillas), la Secretaría de Salud a través de un fideicomiso con Banco de Occidente, entidad que preside Bueso Arias.
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Señalamiento al titular de INVEST-H
El longevo financiero cuestionó duramente a Marco Bográn, director de INVEST-H, por la notable diferencia en los desembolsos efectuados.
«¿Cómo justificará Bográn la diferencia de 57 millones comparado con los precios que realizamos nosotros en el fideicomiso?», preguntó.
Además, el experto en la banca comentó que el informe del CNA denota los desbalances y las actuaciones de personas que «estaban señaladas por supuesta corrupción».
Por tanto, exhortó al pueblo hondureño a no quedarse de brazos cruzados ante la situación. Aseguró que es tiempo de tomar acción ante las supuestas malversaciones en el caudal público: «Es tiempo que nos paremos y digamos un basta a la corrupción. Son miles de millones los que este país pierde por la corrupción».
¿Por qué no optan por utilizar el fideicomiso?
Bueso también expuso que se sintió extrañado que, cuando el Gobierno acordó las compras de emergencia sin licitación pública previa, nadie (aparte de la Secretaría de Salud) se abocara a la facilidad brindada por su institución bancaria.
«A mí me extrañó mucho, pero muchísimo que nadie se hubiera acercado al fideicomiso, que era el mecanismo mejor preparado para ellos. Conocíamos los proveedores, los precios, teníamos contactos con el exterior, con el interior y todo», detalló.
El banco en mención continúa bajo su gestión indirecta, pese a que se retiró de sus funciones el año anterior. Precisó que la entidad le ha ahorrado tres mil millones de lempiras al Estado a través del fideicomiso.
«Hay un equipo de gente honrada dedicada a eso y con una integridad bastante alta. Eso garantiza que las compras sean abiertas a cualquiera que quiera preguntar cómo se hizo», describió.
Además, sostuvo que sólo hubo un acercamiento para que, mediante la figura financiera provista por el banco fundado en Copán, se consiguieran insumos. El mismo nada más buscó la compra de 500 mascarillas y diez reactivos por un precio de 11 mil lempiras.
Consiguiente, se conoce que la mayoría de instituciones estatales no han buscado la opción que permitió precios accesibles a la Secretaría de Salud.
Es importante conocer que el contrato que colocó a la SESAL como fideicomitente y al Banco de Occidente como fiduciario se suscribió el 25 de marzo de 2014. Mediante adendas, se determinó que la legislación seguirá vigente hasta el 26 de enero de 2022.
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