TEGUCIGALPA, HONDURAS. “No hay que engañarse, hay que hablar las cosas como son”, expresó el presidente Juan Orlando Hernández mientras analizaba la invasión militar en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Tras culminar la jornada de oración «Un Clamor Por Honduras«, ayer en Casa Presidencial, el mandatario –acompañado de sus seguidores religiosos–, destacó el trabajo militar. En ese sentido, reprochó las movilizaciones que realizan «grupos radicales» en la máxima casa de estudios.
Según el reelecto presidente, las fuerzas de seguridad buscan hacer prevalecer el orden y derechos de los hondureños. En ese orden de ideas, llamó a iniciar un proceso de reflexión, sanación y respeto de las normas.
Lea tambíen: JOH describe lo que vio y opina de la violenta incursión militar a la UNAH
Denuncia que quieren desestabilizar el país
Sin embargo, sobre el actuar de los estudiantes en protesta, mencionó que el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), tiene unos 10 años de realizar actividades con violencia. Entre ellas enumeró la quema de carros, incendio de edificios y otros daños.
Siguiendo esa línea, Hernández advirtió que «Si permitimos que eso siga ocurriendo, el día de mañana le pueden ir a meter fuego a una iglesia». Al respecto, dijo que no descartaba complacer a la Confraternidad Evangélica y tratará el tema con el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.
Por otro lado, dijo que la UNAH no es un «Estado dentro de otro Estado» y señaló que en Honduras hay leyes. «¿Si hay un delito en movimiento y se persigue a alguien, por qué es delito ingresar?, preguntó.
«Ya no son estudiantes»
Mientras discernía junto a los pastores evangélicos, predijo que quizás muchos de los que integran el MEU ya no son estudiantes. Por tanto, condenó que unos pocos sometan a una población universitaria de 80 mil alumnos y maestros.
Por todo lo explicado, JOH solicitó recordar que las fuerzas del orden necesitan apoyo porque ellos (militares y policías) en muchas ocasiones son atacados hasta «con bombas molotov». Calculó que solo en Choluteca le «han agredido más de 100 afectivos».
«Los han dejado lesionados. Ellos también son hondureños y son seres humanos que igual sienten y tienen familias”, expresó. Aseguró que las fuerzas de seguridad siempre «ponen el pecho» por los ciudadanos, aunque no los conozcan».
