Biden atiza contra Ortega: Elecciones no fueron libres ni justas

WASHINGTON, EE.UU.- El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, cuestionó las elecciones celebradas ayer, domingo, en Nicaragua calificándolas como una «pantomima electoral».

Las elecciones realizadas en Nicaragua no fueron bien recibidas por Biden quien señaló a Daniel Ortega de ser un «autócrata».

El rechazo de Biden se dio a conocer antes de saber los resultados finales y lo dio a través de un comunicado de la Casa Blanca donde se expuso que las elecciones no eran ni justas ni libres.

«Lo que han orquestado hoy el presidente Daniel Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, es una pantomima de elecciones. No fueron ni libres ni justas y ciertamente no democráticas», expuso el mandatario estadounidense.

Además, el presidente de EE.UU. criticó al gobierno de Ortega por la detención arbitraria de figuras de la oposición, por destruir la prensa independiente y por hostigar a organizaciones de la sociedad civil.

Para el presidente Biden, esas «injusticias» amañaron el resultado desde mucho antes de la cita electoral y, por tanto, considera que Ortega no tiene mandato democrático.

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Biden amenazó con hacer rendir cuentas a Ortega

Biden exigió al líder de Nicaragua que «dé los pasos para restaurar la democracia» y libere a todos los encarcelados de forma injusta. De lo contrario, advirtió que «EE.UU. en coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, utilizarán todas las armas diplomáticas y económicas a su disposición para apoyar al pueblo de Nicaragua«.

Anteriormente, tanto Donald Trump como Biden en coordinación con la Unión Europea han puesto sanciones al régimen de Ortega. Entre los castigos figuran bloqueo de activos y prohibición de viajes a decenas de autoridades del país.

De igual manera, Washington también se ha planteado castigar a Nicaragua con revisar la participación del país en un acuerdo comercial regional que podría impactar a sus exportaciones, de las que EE.UU. es el mayor receptor.

Esas medidas, podrían empeorar la situación económica que vive Nicaragua y provocar más migración hacia el país del norte.