La actriz confesó al diario ‘The Sun’, que cuando llegó a Nueva York, su apartamento estaba repleto de ratas y aunque su situación le causaba repulsión, tuvo que aprender a lidiar con ello para lograr colarse en la industria.
“Me criaron las ratas y eso te hace más fuerte. Llegué a un punto en el que literalmente compartía mi comida con ellas. No tenía nada de dinero”, relató.
Fue gracias a su perseverancia que la actriz, de 25 años, logró colocarse en la cima de Hollywood, pero en un principios no tenían fe en ella ni en sus aspiraciones: “Fue hasta que estuve dispuesta a vivir en la miseria cuando mis padres se dieron cuenta de que de verdad quería hacer esto”, finalizó.