El jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el general Mark A. Milley, se disculpó este jueves por el «error» que cree que cometió días atrás al acompañar a Donald Trump en su polémico paseo desde la Casa Blanca hasta una iglesia cercana para posar con una biblia en la mano en medio de las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd.
«No debería haber estado ahí», dijo el general Milley, el más alto mando militar de Estados Unidos, en torno a lo ocurrido el pasado 1 de junio.
Cabe señalar que el paseo de Trump fue objeto de críticas, pues ese día, dio la orden de desalojar con gases lacrimógenos a unos manifestantes que participaban en una protesta pacífica. La acción de Trump desató el rechazo de los líderes de la iglesia episcopal porque, a su criterio, usó símbolos religiosos para intereses políticos.
Las disculpas de Milley marcan un precedente
Para algunos, las declaraciones del general Milley marcaron un nuevo distanciamiento de una autoridad militar con respecto a Trump.
«Mi presencia en ese momento y en ese entorno generó la percepción de que las Fuerzas Armadas estaban involucradas en la política nacional», señaló.
Estas primeras declaraciones públicas del jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos contrastan con la línea política que ha mantenido Trump desde que arrancó el movimiento de protesta por la muerte de Floyd.
«Como oficial del Ejército uniformado, fue un error del que he aprendido», dijo el general, en referencia a su presencia junto a Trump. Asimismo, Milley dijo que él estuvo enojado «por el asesinato sin sentido y brutal de George Floyd». Además, afirmó que no está de acuerdo con la sugerencia de Trump de desplegar a las Fuerzas Armadas para detener las protestas.
Trump le contesta a Milley
Minutos antes de que se conociera el mensaje del general Milley, el presidente de Estados Unidos se refirió a su cuenta personal de Twitter a la tarea que realizó la Guardia Nacional para garantizar la seguridad de la Casa Blanca durante las protestas.
«Nuestras tropas de la Guardia Nacional que se encargan del entorno de la Casa Blanca casi no podían creer lo fácil que era. «Un paseo por el parque», dijo uno. Los manifestantes, agitadores, anarquistas (antifascistas) y otros fueron gestionados muy fácilmente por la Guardia, la Policía y el Servicio Secreto», afirmó el mandatario, y concluyó que han hecho «un gran trabajo».
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