REDACCIÓN. Islandia se encuentra en un estado de emergencia, anticipando lo que podría ser la erupción volcánica más devastadora en medio siglo. La localidad de Grindavík está en peligro, ya que se han registrado más de 2.000 terremotos en apenas dos días, con al menos 900 sismos desde la medianoche, todos con magnitudes inferiores a 3 en la escala de Richter, según informa la televisión pública islandesa.
Un túnel de magma se extiende bajo Grindavík, y los expertos no pueden prever cuándo ni por dónde emergerá el volcán. La disminución aparente de la actividad sísmica desde el sábado indica que el magma está cada vez más cerca de la superficie, señala la agencia Bloomberg.
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Una erupción a niveles catastróficos
Aunque la erupción parece inevitable, se anticipa que alcanzará niveles catastróficos. Grindavik, hogar de unas 3.600 personas, ha sido completamente evacuada, y varias carreteras han sido cerradas para salvaguardar a la población.
La Policía coordina el acceso de algunos residentes a la zona este de Grindavik, ahora desierta. Refugios temporales están disponibles para los evacuados, pero la mayoría opta por quedarse con familiares o amigos.
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Aunque el magma ha salido a la superficie en los últimos dos años, principalmente a través de fisuras inofensivas, la última gran erupción que amenazó una zona habitada fue en 1973, cuando la lava sepultó parte de un pueblo en las islas Vestman. La situación actual mantiene en vilo a Islandia, que enfrenta una amenaza volcánica potencialmente histórica.
Grieta
En redes sociales, los usuarios reportaron la aparición de una enorme grieta que emana vapor en el centro de la ciudad de Grindavik en Islandia.
Con más de 2,000 terremotos en apenas dos días Islandia sigue a la espera de la que podría ser la erupción volcánica más destructiva en medio siglo.
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Casi 4.000 personas fueron evacuadas durante el fin de semana porque las autoridades temían que la roca fundida subiera a la superficie. Así mismo, que pudiera golpear una ciudad costera y una central de energía geotérmica.