Redacción. Este lunes el hondureño Isaac Sandoval se presentó a una audiencia de juicio oral y público en el Juzgado de Letras de lo Penal de San Pedro Sula, donde enfrenta cargos por maltrato familiar y violencia contra la mujer en perjuicio de su expareja, la modelo colombiana Daniela Aldana.
Previo a la audiencia, Sandoval expresó a Diario Tiempo sentirse afectado por las acusaciones y el acoso mediático que ha sufrido. Señaló que lo han «juzgado de una manera fea» y explicó que, aunque la relación con Aldana tuvo conflictos, nunca la agredió físicamente.
«Algo que puedo decir es que soy el malo de una historia mal contada. Hemos tenido nuestros problemitas como pareja, pero en ningún momento la he agredido», aseguró Sandoval tras añadir que la modelo colombiana lo persigue y él le ha agarrado cariño, sin embargo, la situación se ha salido de control.
También afirmó: «Yo soy una persona tranquila, una persona de familia y una persona que tiene buenos principios y valores».
A la audiencia también se presentó Daniela Aldana, quien entró con un vestido negro y con su cabeza agachada, evitando el contacto con los medios de comunicación.
Una relación «tóxica»
Pedro Sandoval, padre del acusado, estuvo presente en la audiencia para brindar apoyo a su hijo. Comentó que la relación entre Isaac y la modelo comenzó cuando su hijo tenía 19 años y la describió como «tóxica».
Para Pedro, la situación se ha vuelto muy mediática y considera que su hijo está siendo injustamente señalado como maltratador. «Me lo señalan a él de maltratador cuando no hay en nuestra familia comportamientos de este tipo. Él no es un maltratador», aseguró el progenitor.
«Es una muchacha agresiva»
Además de eso, el padre del acusado relató que Aldana ha mostrado comportamientos agresivos hacia Isaac, llegando incluso a mudarse cerca de su residencia y buscarlo constantemente. Mencionó incidentes en los que ella habría ingresado a lugares privados para agredir a amistades de su hijo. «Es una muchacha agresiva», indicó.
También dijo que su familia es testigo de los intentos fallidos de la pareja para superar la crisis. «Ellos intentaron darse una oportunidad. Se refugiaron en las cosas de Dios, él la llevó a la iglesia, pero no funcionó», expresó.