HONDURAS. El Banco Central de Honduras (BCH) reportó una caída del 67.2 % en la Inversión Extranjera Directa (IED) en el segundo trimestre del 2024, debido principalmente a la salida de capitales de sectores clave como la maquila y las telecomunicaciones.
De abril a junio, la inversión se redujo a solo 77.9 millones de lempiras (237.7 millones de dólares), lo que significa una disminución de 159.9 millones de dólares en comparación con el mismo periodo de 2023.
Se estima, además, que Honduras concluirá el año con apenas mil millones de dólares en inversión extranjera directa.
Analistas han advertido que, sin nuevas inversiones y con la falta de crecimiento en las que existen en el país, el panorama para el desarrollo económico es sombrío.
En ese contexto, Jacqueline Foglia, exdirectora del Consejo Nacional de Inversiones, advirtió en TN5 Estelar que este comportamiento es alarmante y debería ser un llamado de atención para las autoridades y empresarios.
«La inversión extranjera directa es un flujo, y tristemente en este segundo trimestre fue un flujo altamente negativo. Es como para despertarse», comentó Foglia.
Además, la experta explicó que la falta de confianza entre los inversionistas ya establecidos está limitando la expansión hacia otros sectores de la economía hondureña.
Reinversión mínima
En el acumulado del primer semestre del año, la IED alcanzó los 505.5 millones de dólares, apenas 8 millones más que en el mismo periodo de 2023, con la mayor parte proveniente de la reinversión de utilidades.
Este estancamiento demuestra que, si bien hay inversiones en marcha, no se están generando nuevas oportunidades de crecimiento en el país.
Es por ello que, Amparo Canales, presidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), afirmó que la falta de IED no solo afecta la creación de empleo. A su vez, dijo que este problema también contribuye a la precariedad laboral y al deterioro de la calidad de vida de la población.
Expertos en economía señalan varios factores que están ahuyentando la inversión extranjera. Entre ellos se encuentran la inseguridad jurídica, los altos niveles de delincuencia, los costos elevados de la energía.
De igual forma, la pérdida de reservas internacionales y la mala reputación del país por presuntos vínculos de funcionarios con el narcotráfico.