Redacción. El ingreso de una masa de aire frío al territorio hondureño ha vuelto a exponer la vulnerabilidad de varias regiones, donde los cuerpos de socorro han debido instalar en albergues a cientos de damnificados tras el desbordamiento de ríos que inundaron sus viviendas.
La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (COPECO), actualizó ayer pasado jueves las alertas a nivel nacional, informando que 14 departamentos están bajo la amarilla y los 4 restantes en verde.
Sin embargo, los municipios de Omoa, en Cortés; y Alianza, en Valle, ambos con salida al mar, permanecen en alerta roja como consecuencia de los daños provocados por las intensas lluvias.
En ambos términos municipales se registran severas inundaciones, daños en la infraestructura vial, decenas familias evacuadas y incontables damnificados.
Según los expertos, esta situación se debe por la saturación de los suelos por los acumulados de lluvia que oscilan entre 100-150 milímetros en algunos sectores.
Sin embargo, no es la primera vez en que ocurre algo similar en el país; en meses pasados también se suscitaron graves inundaciones y otros daños en otros puntos del país.
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Daños
Un último reporte de COPECO indica que 367 familias se han visto afectadas a nivel nacional. Esto equivale a un promedio de 1,687 personas que han enfrentado los embates del temporal lluvioso.
Además, se contabilizan 59 familias damnificadas, 54 casas dañadas y una comunidad incomunicada, al igual que una persona fallecida en las últimas horas.
Los departamentos que registran mayores incidencias son:
- Yoro
- Valle
- Santa Bárbara
- Islas de la Bahía
- El Paraíso
- Cortés
Vulnerabilidad en el Valle de Sula
La zona norte del país, concretamente en el Valle de Sula, sigue siendo la más vulnerable. Por ahora, las autoridades de los municipios de Puerto Cortés, La Lima, Omoa y San Pedro Sula siguen monitoreando las condiciones del clima, para así poder actuar a tiempo.
De acuerdo con César Quintanilla, experto en temas climáticos, una «bomba de agua» estaría ingresando desde el Mar Caribe al territorio nacional la noche de este viernes, la cual se uniría a las precipitaciones que ya está dejando el frente frío.
Los fenómenos estarán convergiendo sobre la costa norte y el oriente de Honduras, pero luego se desplazaría a lo largo del centro, occidente y algunas partes del sur del país.
Los acumulados que se estarían registrando en la costa norte en las próximas horas serían de hasta 200 milímetros, señaló Quintanilla.
Otros departamentos que estarán experimentando acumulados altos son Atlántida, Colón e Islas de la Bahía, todos ellos bajo alerta amarilla.
Inundaciones y evacuados en Omoa
El municipio de Omoa, en Cortés, se ha visto especialmente afectado. Las precipitaciones en ese municipio del norte del país no han cesado durante horas, exponiendo la ya frágil infraestructura del sector.
Las autoridades municipales detallaron que han evacuado a casi a 80 familias y otras mil están en peligro por las inundaciones. Asimismo, un puente Bailey ubicado en el sector está a punto de colapsar por el desbordamiento del río Cuyamel.
Cuerpos de socorro como la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional y el Ejército realizan labores de evacuación de familias completas. Y los pronósticos indican que las lluvias continuarán durante todo el fin de semana.
A través de sus redes sociales, la municipalidad de Omoa indicó que se sostuvieron una sesión de emergencia con el Comité de Emergencia Municipal. Esto con la finalidad de coordinar las acciones a implementar durante el temporal.
De momento, en Omoa no hay registros oficiales del total de damnificados ni de las pérdidas materiales. Sin embargo, se prevé que estas serían cuantiosas y las familias afectadas se cuentan por decenas.
Costa de los Amates
En el caso de la Costa de los Amates, en Alianza, Valle, las lluvias se derivan del ingreso de humedad proveniente del Océano Pacífico. Se trata de un sector donde más daños se han registrado desde hace semanas, a consecuencia de las precipitaciones.
Las pérdidas en ese sector han afectado especialmente a los cultivos, pero también al ganado, las viviendas; sin contar las decenas de familias damnificadas. En Alianza incluso se han llevado a cabo evacuaciones y rescates de emergencia de parte de los cuerpos de socorro.
En el caso de la Costa de los Amates, los daños fueron tantos que quedaron algunas zonas incomunicadas; los pobladores debieron conseguir lanchas y canoas, ya que las calles estaban anegadas.
El último reporte de las autoridades indica que al menos 136 familias resultaron damnificadas. Asimismo, 16 comunidades permanecen incomunicadas debido a las precipitaciones.
El alcalde Faustino Manzanares detalló que siempre la Costa de los Amates y la comunidad El Cubulero son las más afectadas cuando hay lluvias. En ambos lugares, 36 viviendas han sufrido daños en su infraestructura.
Alerta en la zona insular
Pero también el departamento de Islas de la Bahía se está viendo severamente afectado por las lluvias y el frente frío; sumado a que hace algunas semanas enfrentó también los embates de un fenómeno similar.
En este sector del país se han registrado inundaciones, viviendas dañadas e evacuaciones, principalmente en Coxen Hole, debido al desbordamiento del río homónimo.
Medios locales informaron que varias viviendas han cedido, al igual que varios muros de contención y algunos techos; además, el fluido eléctrico se ha visto interrumpido.
Hasta el momento no hay cifras oficiales del total de viviendas afectadas y de personas evacuadas. Sin embargo, serían cuantiosas y se sumarían a las que se registraron semanas atrás.
Las lluvias se extenderán durante todo el fin de semana, que irán acompañadas de un descenso de las temperaturas. Por ello, que se le recomienda a la población: evacuar en caso de vivir en una zona de riesgo, abrigarse, estar pendientes de los boletines de alerta, no cruzar ríos, quebradas, riachuelos o cualquier embalse con niveles altos de agua, y en caso de emergencia llamar al 911 o las autoridades locales.
Debido a la vulnerabilidad de Honduras ante este tipo de fenómenos naturales, y a la frecuencia con que estos se repiten, los expertos recomiendan la estructuración de planes de contingencia y socializarlo con las comunidades para mitigar los posibles daños.