HONDURAS. Un tremendo caos se está suscitando en las cercanías del río Blanco, en sector Armenta, luego de que policías de la ciudad de San Pedro Sula llegaran a desalojar a las personas que se dedican a lavar carros con las aguas del afluente.
Con maquinaria pesada, sin ningún aviso previo, los uniformados llegaron con el objetivo de derribar las ‘champas’ instaladas al lado de la carretera en donde los conductores llegan por el servicio de lavado.
Supuestamente, el argumento de las autoridades era que los ‘carwasheros‘ contaminan el río en mención.
“Pedimos que nos dejen trabajar. No le hacemos daño a nadie. Lavamos carros hasta de los mismos policías«, dijo uno de los que trabajan bajo el puente del río Blanco.
«Tenemos 14 años de estar acá y venimos de momentos difíciles con la pandemia y los huracanes, y no es posible que nos quiten la oportunidad de trabajar», agregó otro ciudadano.
Inicio del caos
Gas lacrimógeno, piedras, palos y hasta bala viva hubo en el enfrentamiento entre ciudadanos comunes, Policía Municipal y militares.
Un civil resultó gravemente herido, supuestamente por arma de fuego, y fue trasladado de emergencia hacia el Hospital Mario Catarino Rivas (HMCR) de la ciudad industrial. Al joven se le identificó como Rafael «Lito» Hernández.
Asimismo, varios niños y mujeres resultaron con problemas respiratorios por inhalar gas. Por otro lado, un policía también sufrió una herida a la altura de ojo, luego de recibir una pedrada.
Hasta que ocurrió el derramamiento de sangre, los uniformados y la excavadoras de retiraron del lugar.
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