Redacción. El comisionado presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Ramiro Muñoz, garantizó ayer martes que en caso de que el estadounidense Gilbert Reyes, acusado de quitarle la vida a tres féminas en Roatán, sea extraditado a Honduras, contará con las garantías de seguridad necesarias y se encargarán de salvaguardar su vida.
Reyes es sospechoso de las muertes de las isleñas: Dionie Solórzano, su expareja, y las amigas de ella, Nikendra McCoy y María Antonia Cruz, en enero pasado. Actualmente, el sujeto se encuentra detenido en República Dominicana, donde se definirá su extradición y la defensa exige garantías para salvaguardar su vida.
Ante ello, el también comandante de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) señaló que «la seguridad está garantizada en la cárcel de Támara. Es más, hasta dos celdas están listas para que nadie lo moleste».
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Reo aparece sin vida en El Pozo
Sin embargo, para algunos analistas, las palabras emitidas por Muñoz, ayer martes, pierden credibilidad luego de que la mañana de este miércoles se encontrara el cuerpo sin vida de un privado de libertad.
El hallazgo se suscitó en la cárcel de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara, conocida como «El Pozo».
El reo fue identificado como Erick David Macías, declarado culpable por el asesinato de Said Omar Lobo Bonilla, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa. Asimismo, por quitarle la vida a José Salomón Vásquez Chávez (sobrino del diputado Walter Chávez), Norlan Enrique Rivera (motorista de Said Lobo), y Luis Zelaya Rivera (sobrino político de Romeo Vásquez Velásquez).
Al respecto, las autoridades penitenciarias detallaron que Macías se habría quitado la vida dentro de su celda. Se desconocen más detalles del hecho.
Hasta el momento el comandante Ramiro Muñoz no ha brindado declaraciones sobre este suceso.
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