TEGUCIGALPA.- La Asociación de Gastronomía de Honduras, que reúne a los dueños de restaurantes y centros de recreación del país, instaló este miércoles con autoridades de la municipalidad capitalina una “mesa turística” para discusión de sus principales problemas y en la que demandó la ampliación de los horarios de cierre de discotecas y demás centros de diversión nocturnos.
Reunidos en el Hotel Honduras Maya, los empresarios pidieron al alcalde capitalino, Nasry “Tito” Asfura que sea modificada la ordenanza municipal que obliga a que todo establecimiento de esparcimiento nocturno cierre a las dos de la madrugada y que se amplíe el horario hasta las tres de la mañana.
En Tegucigalpa, la disposición está vigente desde la primera administración del ex alcalde Ricardo Alvarez (2006-2010), que en aquel momento asoció el crecimiento de los hechos violentos, principalmente de fin de semana, con la libertad de horario de atención al público que tenían los bares y discotecas en la principal ciudad del país.
La medida, impopular entre la población joven del país, pero aplaudida según Alvarez por los padres de familia y los ya más adultos, se replicó en otras ciudades y ahora está vigente en urbes como la movida ciudad de San Pedro Sula, la segunda en importancia en Honduras.
Así, es usual que en los bares y discotecas de las ciudades principales, la luz tenue y multicolor sea desplazada por radiantes faroles que se encienden a la 1:30 de la madrugada, una señal de que la fiesta se está acabando y que es necesario irse poniendo al día con la cuenta, antes que llegue el momento del cierre, las dos de la madrugada.
3:AM ES EL OBJETIVO
“Son las alcaldías las que deben en todo caso regular los horarios y nuestro objetivo es ampliar las horas. Pasar de las dos de la madrugada, que es el horario de cierre actual, a las tres de la madrugada”, dijo Ludovico Hernández, vicepresidente de la Asociación Gastronómica de Honduras, que ya se reunió con el edil capitalino para plantearle sus pretensiones.
“Nosotros proponemos que se modifique la ordenanza municipal y se amplíe ese horario a una hora más, hasta las tres de la madrugada, los fines de semana”, indicó tras reconocer que para lograr una dimensión más amplia de esta ampliación, deberán ir de ciudad en ciudad, convenciendo a las autoridades de la conveniencia de modificar las reglas actuales.
Pero Hernández indicó que van por una misión más, que tiene que ver con el consumo de tabaco. “Estamos de acuerdo con Ley Antitabaco, pero aquí quieren ser más papistas que el Papa”, expuso refiriéndose al marco legal que en Honduras prohíbe el consumo de cigarrillos tanto en espacios abiertos como cerrados.
“En todo el mundo y países desarrollados que usted y yo conocemos que tienen un patio o una terraza al aire libre pues si se permite fumar en esos espacios. En los aeropuertos de Estados Unidos hasta construyen espacios especiales para fumadores. También los fumadores tienen derecho a morirse si así lo desean”, añadió.
Estos temas ya fueron plantados en la “mesa turística” establecida a mediados de esta semana, en principio con autoridades de la ciudad capital, pero irán de regreso al Congreso para buscar respaldo de legisladores comprometidos con el turismo para provocar una discusión en torno a la reforma a la Ley Antitabaco para conseguir lo que persiguen.
Este grupo ya consiguió en marzo que los diputados derogaran el decreto que reformó la Ley de Convivencia Ciudadana para levantar la prohibición de vender bebidas alcohólicas los domingos llamada “Ley Seca Dominical”, que a pesar de haber sido respaldada por la Cámara Legislativa, no entra en vigencia aún porque el Poder Ejecutivo no la ha promulgado publicándola en el Diario Oficial La Gaceta.
El argumento de la industria turística es uno mismo que ha utilizado el Gobierno: que los índices de violencia y delincuencia han mermado considerablemente y que por lo tanto ha llegado el momento de devolverle las libertades a la ciudadanía que dadas las circunstancias le fueron recortadas.
