Redacción. Cada vez que llueve intensamente en Honduras, los derrumbes y las inundaciones son una constante. Cientos de hondureños, imponentes ante los desastres, claman a las autoridades por una ayuda que suele llegar tardíamente.
Son incontables las afectaciones que dejan los fenómenos meteorológicos este 2024, principalmente en la zona norte, donde se reportaron fallecimientos, damnificados, calles dañadas y casas destruidas.
En Puerto Cortés, un aguacero basta para que la ciudad quede parcialmente inundada. Mientras tanto, en Omoa la población lucha constantemente con problemas similares; enfrentan derrumbes que afectan comunidades enteras. Según el alcalde Ricardo Alvarado Escobar, Omoa no ha recibido la atención necesaria de parte del Gobierno de Honduras.
Mientras que en El Merendón, zona ubicada en las afueras de San Pedro Sula, más de 44 comunidades y unos 21,000 habitantes están clamando por ayuda por las calles, puentes y pasos dañados producto de las lluvias incesantes en los últimos días.
Asimismo, en la colonia Lempira, ubicada en el tramo entre Cofradía y San Pedro Sula, las lluvias generaron un derrumbe que ha dejado pérdidas económicas millonarias a la ciudad y centenares de familias en riesgo.
La problemática provoca que cientos de hondureños se hagan la misma pregunta: ¿por qué tardan tanto las autoridades en responder a las emergencias?
Respuesta de Copeco
Pese a las críticas, el viceministro de la Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), Benedicto Santos, aseguró a través de Diario Tiempo que están brindando diferentes ayudas a las personas afectadas.
«Copeco está destinando las ayudas necesarias para todas las personas que han sufrido algún daño debido a los recientes fenómenos. Hay que aclarar que a pesar de que la tormenta Sara nos debilitó las ayudas, desde Copeco seguimos dando esa mano ayuda a los hondureños», declaró Santos.
Asimismo, el viceministro aclaró que las ayudas que brindan no se movilizan de manera instantánea, ya que antes de dar apoyo, ellos realizan una investigación y un análisis de las afectaciones para luego destinar los mecanismos de ayuda.
«Nosotros ya tenemos una respuesta en temas de las primeras ayudas. La primera de carácter alimenticio y temas relacionados con colchones, con kits de higiene, kits de limpieza. Esa es la labor que nosotros hasta este momento podemos dar», mencionó Santos.
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Ayuda en temas de derrumbes
Por otra parte, Santos explicó que Copeco mantiene un equipo de vigilancia y rescate en cada sector afectado por las fuertes lluvias.
También disponen de ambulancias y personal médico para atender las emergencias. Santos explicó que siguen auxiliando a los conductores que se dirigen a la zona norte debido a los derrumbes en carreteras.
El viceministro hizo un llamado a los alcaldes de Honduras, para que destinen las ayudas que brinda Copeco, ya que, según especificó, varios alcaldes no distribuyen las ayudas completas, afectando principalmente a la población.
«Lamentamos que algunos alcaldes sean desleales con el pueblo, negando ayuda inmediata a pesar de tener los recursos. Por eso es que la gente se queja de que no reciben las ayudas», concluyó.
Recibimiento de ayudas
La alcaldesa de Puerto Cortés, María Luisa Martell, admitió que actualmente han recibido ayudas humanitarias para contrarrestar las consecuencias de las lluvias.
«Nosotros hemos recibido hace algunos días ayudas del Consejo Nacional Anticorrupción. Y de Copeco hemos recibido también. Sin embargo, la gran parte de ayudas corre de parte de la administración de Puerto Cortés», dijo Martell.
Martell dejó en claro que, de parte de la administración de Puerto Cortés no solicitan ayudas a Copeco. En su lugar, tratan de dar apoyo utilizando los fondos de la alcaldía.
Asimismo, la alcaldesa mencionó que la situación en cuanto a inundaciones y derrumbes en Puerto Cortes se está solucionado. Destacó que están albergando a personas que perdieron sus viviendas por las inundaciones y que luego las reubicarán.
Tardan hasta semanas
En los últimos días, diversas comunidades afectadas por fenómenos naturales han alzado la voz, expresando su frustración ante la preocupante tardanza del apoyo estatal.
Los desastres naturales han dejado a cientos de familias vulnerables, muchas de ellas sin hogar, bienes ni medios de subsistencia. Sin embargo, la respuesta gubernamental ha sido insuficiente y, en muchos casos, extremadamente lenta.
Los damnificados relatan que, pese a la gravedad de los eventos, las primeras respuestas por parte de las instituciones encargadas de la gestión de riesgos han tardado días o incluso semanas en llegar. Esta demora no solo agrava la crisis humanitaria, sino que también genera un sentimiento de abandono en las comunidades que necesitan ayuda inmediata.
Aunque los derrumbes y las inundaciones son eventos comunes durante la temporada de lluvias en Honduras, las medidas de prevención y mitigación siguen siendo insuficientes, de acuerdo con cientos de hondureños.
Como se ha señalado en el pasado, la respuesta lenta y la ineficiencia en la gestión de emergencias climáticas son síntomas de problemas estructurales más profundos, que reflejan una falta de atención sostenida hacia las necesidades fundamentales del país.
Sectores económicos de Honduras afirman que la falta de recursos, negligencia e infraestructura deficiente exponen a los hondureños a los efectos del clima, sin soluciones a corto plazo.