Redacción. Un devastador incendio forestal que azota la provincia de Manitoba en Cánada ha alcanzado una superficie de 300.000 hectáreas, tras fusionarse con otro foco cercano, según informaron este jueves las autoridades locales.
El siniestro ha forzado la evacuación de unas 17.000 personas, en su mayoría pertenecientes a comunidades indígenas del norte, muchas de ellas ubicadas en zonas remotas. Manitoba se encuentra actualmente en el epicentro de una oleada de incendios forestales que afecta gravemente el área forestal del territorio canadiense.
Según los últimos datos oficiales, hay 27 incendios activos solo en esta provincia. A pesar de la magnitud del desastre, las condiciones meteorológicas comienzan a ofrecer un respiro para los equipos de emergencia.
«Estamos teniendo temperaturas más frías, una humedad un poco más elevada y los vientos han sido entre bajos y moderados», explicó Kristin Hayward, viceministra de Servicios Forestales de Manitoba, en una rueda de prensa.
Situaciones similares
La situación no es exclusiva de Manitoba. En la vecina provincia de Saskatchewan, también se han declarado 25 incendios forestales activos, lo que ha obligado a evacuar a más de 8.000 personas. En Alberta, las autoridades informaron este jueves que existen 52 incendios activos y que varias comunidades del norte han sido completamente destruidas por el fuego.
El impacto se extiende también al sector energético. Varias compañías petroleras en Alberta han suspendido sus operaciones, y se estima que la producción de petróleo ha disminuido en 350.000 barriles diarios, lo que representa aproximadamente el 7 % de la producción total de Canadá.
A nivel nacional, el número de incendios activos asciende ya a 208, once más que en el día anterior. En lo que va del año, las llamas han arrasado un total de 1,4 millones de hectáreas en todo el país.
El alcance del desastre no se limita al territorio canadiense. El humo generado por los incendios está afectando amplias regiones de América del Norte e incluso ha cruzado el Atlántico, llegando a zonas de Europa. Como consecuencia, el Ministerio de Medio Ambiente de Canadá ha emitido advertencias por mala calidad del aire y baja visibilidad en gran parte del oeste del país.
Las autoridades continúan trabajando intensamente para contener los incendios y asistir a las comunidades afectadas, mientras la magnitud del desastre pone de manifiesto los crecientes desafíos que plantea el cambio climático y la necesidad de fortalecer la prevención y respuesta ante emergencias ambientales.
