Redacción. El conductor del automóvil que causó el accidente en el anillo periférico de Tegucigalpa donde murió la estudiante de arquitectura, Mía Cáceres, será acusado por los delitos de homicidio con dolo eventual y por conducción temeraria.
En declaraciones para Noticieros Hoy Mismo, la portavoz del Ministerio Público, Lorena Cálix, dijo que se espera que a André Natael Lobo le dicten la medida de detención judicial u otras medidas distintas mientras se desarrolla el caso.
El accidente tuvo lugar el domingo 7 de julio. En el automóvil se movilizaban dos hombres y una mujer, siendo ésta última la que perdiera la vida. A los dos jóvenes sobrevivientes los trasladaron al Hospital Escuela; uno de ellos permanece aún en estado delicado.
Conectado a un ventilador mecánico
Miguel Osorio, vocero del centro asistencial, afirmó que uno de los jóvenes, de 22 años, permanece en la sala de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y conectado a un ventilador mecánico. Mientras que la otra persona, de 25 años, está hospitalizada en una de las salas de cirugías.
Víctima del choque
El accidente vial se registró en el anillo periférico de Tegucigalpa. La persona que murió respondía en vida al nombre de Mía Pamela Cáceres Ordóñez, de 19 años, estudiante de la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de Honduras y originaria de Tocoa, Colón.
El vehículo Honda Civic blanco, con placas HAF 9956, donde se transportaba la hondureña con otros dos jóvenes se estrelló contra un poste publicitario frente a una gasolinera a inmediaciones de la colonia La Cañada.
«Ellos retornaban, venían a dejar a la joven al sector de Residencial Maya. Él (imputado) iba a regresar a su habitación. (…) En el trayecto producto de la velocidad, la lluvia y el consumo del alcohol, lamentablemente se dio esta tragedia», explicó Edwin Hernández, de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT).
El homicidio con dolo eventual, el primer delito que se le imputa a André Lobo, es cuando la persona es consciente de los daños y del resultado que se puede derivar de una cierta conducta. Acepta el resultado como posible y aun así decide continuar con lo que estaba haciendo.
Y el delito de conducción temeraria es cometido cuando una persona conduce cualquier tipo de vehículo con manifiesto riesgo para las personas. En Honduras, según el artículo 323 del Código Penal, este delito se castiga con una pena de seis meses a tres años de reclusión. Aunque también de uno hasta seis años se le puede privar el derecho de conducir vehículos.
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