Tegucigalpa. Honduras presenta un nivel de mora judicial arriba del 90 por ciento y existe un índice de delitos que no se denuncian y quedan en la impunidad porque ni siquiera llegan a los órganos de investigación del Estado.
La infinidad de denuncias que llegan solo quedan en la etapa administrativa, no obstante, no pasan a la etapa de judicialización.
La impunidad y la falta de justicia afecta a todos los hondureños; y no solamente a las personas que han perdido familiares a raíz de la alta criminalidad que arremete a Honduras.
Además, esta se traduce en todos aquellos que son presa de la delincuencia afectando los patrimonios. Se identifica en la materialización de delitos sexuales de toda índole, entre otros actos criminales.
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En ese sentido, la miembro de la Sociedad Civil en Honduras, Aurora Pineda, dijo a Diario Tiempo Digital, que el problema de la impunidad en el país se ha dicho que es falta de investigación sobre los casos de interés más que todo.
Asimismo, expresó que “un 96 por ciento de los casos denunciados se quedan sin resolver. El cuatro por ciento restante se presume se investiga, y a veces se judicializa. De esta manera, solo se le da sentencia a un uno por ciento”.
O sea, de cada 100 casos, 96 quedan en la impunidad, cuatro van a juicio y solo uno llega a sentencia condenatoria.
Aseguró que bajo esas expectativas es difícil combatir la criminalidad, violencia e impunidad en el país. “Aquí el criminal tiene un 96 por ciento de que no sea castigado o tenga alguna sanción”, indicó Pineda.
La exprecandidata a diputada en las pasadas elecciones primarias, subrayó que lo que hace falta es voluntad política de aplicar debidamente lo estipulado por la ley.
“Considero que aparte del gobierno, también le falta voluntad otras instituciones. Para el caso, en el Ministerio Público hay personal que no está haciendo nada. Incluso está siendo relegada por falta de confianza en la gente que está a cargo”, comentó la madre de uno de los universitarios asesinados años atrás.
Entre tanto, agregó que pasa lo mismo en el Poder Judicial, donde hay personal que no da el “ancho”. “Un ejemplo de ello es lo que pasó con el exconcejal de la Judicatura, Teodoro Bonilla. Se destapó lo que pasa en muchos casos”.
“El problema de la impunidad no es nuevo en Honduras”: Eugenio Sosa
Por su parte, el sociólogo hondureño, Eugenio Sosa, aseguró que este flagelo no es un problema nuevo en el país.
“Para empezar, este problema no es nuevo. Es un problema que se ha venido acumulando y ligado a la impunidad. Hay otros conceptos que se han venido mencionando”, declaró Sosa.
En virtud de lo anterior, acotó que la impunidad conlleva a lo que se conoce como altos niveles de mora fiscal y también mora judicial.
“La impunidad es producto del mal desempeño de la policía de investigación y del Ministerio Público en el país. Además, está asociada a la debilidad institucional, es decir, al mal desempeño de las instituciones encargadas de aplicar la ley”, puntualizó el catedrático.
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Adicionó que aparte de esos factores, se le suma la colusión, corrupción y complicidad de funcionarios. Esto, con sectores de poder con diversos grupos ilícitos o del crimen organizado.
“Por eso, aunque digan que andan capturando a un montón de gente, si no se mejora el sistema investigativo y las instituciones, siempre se mantendrán los altos niveles de criminalidad. Además, la impunidad siempre va ser alta en la sociedad hondureña”, concluyó Sosa.
Según el Centro Cultural Hibueras de la “Organización Comparte”, enumera algunos factores que dan pie a la impunidad:
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Tráfico ilícito
Algunas de las áreas más violentas del mundo se encuentran a lo largo de la costa hondureña y en el país hay una clara conexión entre las áreas de tráfico de droga en disputa y las tasas de homicidios.
Los grupos involucrados se han dedicado desde hace mucho tiempo a una amplia serie de actividades criminales, desde la extorsión hasta el tráfico ilícito de migrantes.
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Corrupción
El país ha obtenido 31 puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción que publica la Organización para la transparencia Internacional, posicionándose al número 112.
La corrupción en Honduras afecta todos los principales órganos públicos, en particular la policía, la justicia y la sanidad.
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Abusos y corrupción policial
El uso de la fuerza letal por miembros de la Policía Nacional constituye un problema crónico.
Las investigaciones sobre abusos policiales han estado caracterizadas por la ineficiencia y la corrupción. Se difunde muy poca información al respecto al público y en general, prevalece la impunidad.
De los pocos casos en que los sospechosos son capturados, los errores en el manejo y presentación de las pruebas, la pobreza investigativa, la poca diligencia de los fiscales y hasta la corrupción de los jueces, reducen las condenas a una cantidad todavía menor.
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Independencia judicial
Se producen habitualmente actos de intimidación e interferencia política contra jueces. Muchos jueces han sido asesinados en los últimos años.
Ellos lamentan la incapacidad para ser protegidos, por el constante riesgo en que se encuentran por el ejercicio de su trabajo.
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Frecuentemente el miedo por su seguridad es tan fuerte que altera los juicios. Además, la lentitud de las investigaciones judiciales no permite garantizar una protección rápida y eficiente a las víctimas y a los testigos.
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Ataques contra periodistas, abogados y defensores de Derechos Humanos
Con frecuencia quien investiga o denuncia temas sensibles como el narcotráfico, la corrupción gubernamental y los conflictos por el control de la tierra, es objeto de amenazas y agresiones, por lo cual la mayoría de los ciudadanos tiene demasiado miedo para reaccionar.
Entre 2010 y 2017 los abogados asesinados han sido más de 100. En el mismo periodo fueron asesinados más de 50 periodistas.
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Falta de capacitación
Además del miedo, la falta de capacitación en derechos humanos deja la población indefensa. Esto, a la hora de hacer prevaler sus derechos garantizados por las convenciones internacionales ratificadas por Honduras.
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Seguridad en el país
El 30% de los hondureños estima que la delincuencia e inseguridad son los principales problemas del país. En 2014 se ha calculado que en el 23% de los hogares hondureños alguien ha sido víctima de robo y asalto.
