Redacción. En un sorpresivo madrugón, el Congreso Nacional aprobó el miércoles un paquete de 18 adendas de energía para supuestamente aliviar la crisis energética que atraviesa el territorio nacional. La medida fue elogiada por las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y el oficialismo, aunque también ha sido fuertemente cuestionada por expertos en el tema.
Las adendas de energía son modificaciones o renegociaciones de contratos vigentes entre el Estado y las empresas generadoras de electricidad. Para las autoridades de la ENEE, este proceso busca reducir costos y mejorar las condiciones para el país.
30 mil millones en ahorros
Erick Tejada, gerente de la ENEE, afirmó que la renegociación de 18 contratos beneficiará tanto a la empresa estatal como a los ciudadanos.
Las adendas permitirán ahorrar 30 mil millones de lempiras en 15 años, gracias a la reducción en el costo de la energía y a la disminución de los intereses de los contratos, que se rebajarán del 14 % al 6 %. También se eliminarán ciertos sobrecostos, como el recargo de 3 centavos para generadores, y se promoverá el uso de energías más limpias y económicas, como la eólica y la basada en gas.
Tejada de igual manera enfatizó que estos cambios son esenciales para la estabilidad económica del país, aunque enfrentan oposición de sectores «con intereses particulares». Por el contrario, la aprobación de las adendas ha generado una serie de críticas por parte de la oposición y expertos en el tema.
Pese a que la Comisión de Energía, presidida por el congresista Hugo Noé Pino, había acordado con las bancadas revisar las renegociaciones minuciosamente una por una, el Congreso -con mayoría del Partido Libre y en ausencia de la oposición- las aprobó en una sola moción. Asimismo, en las dieciocho renegociaciones se incluyó el polémico contrato de la Comercializadora de Electricidad Centroamericana (CECHSA), operadora de la central Brassavola.
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“La ENEE miente”
Kevin Rodríguez, experto en energía, recriminó la opacidad con la que actuó el Congreso, señalando que las promesas de la estatal energética no son más que «una matemática ficticia que da la ENEE para buscar una excusa y aprobar esas adendas de energía».
«El simple hecho de que se hayan aprobado en un madrugón lo dice todo, ocultándole a la población lo que se estaba aprobando», externó, al apuntar que es «falso» que las adendas generen rebajas en la factura de energía, pues éstas debieron haberse reflejado ya en 2023.
«La ENEE ya había logrado diez acuerdos con diez empresas generadoras, que implicaban un descuento del 5 %. No sabemos por qué la ENEE las engavetó, y ahora los envía en un paquete de dieciocho para 2024», prosiguió Rodríguez.
Brassavola: promesas y realidades
Esta moción incluyó el contrato de Brassavola, aprobado en 2008 en situación de emergencia con la promesa de resolver los apagones de aquella época. Pero nunca entró en vigencia y fue reactivado en 2023 con una nueva estructura.
Inicialmente se suponía que produciría 150 megavatios a base de carbón en Trujillo, Colón, pero posteriormente se cambió a 250 megavatios en Villanueva, Cortés, utilizando gas natural. Y, actualmente, opera con diésel, el combustible más caro para generar energía, ya que Honduras no cuenta con reservas de gas, a diferencia de países vecinos.
«Tanto la ENEE como la Junta Directiva del Congreso le dijeron al pueblo que habría una rebaja de 30 mil millones de lempiras, porque 12 mil millones de esa cifra provienen del ahorro que generará esta planta con gas natural; esto era para noviembre de 2024. Ya está aprobado, pero estamos en febrero de 2025 y en Honduras no hay gas», señaló Rodríguez.
Este argumento desmiente las declaraciones de Tejada, pues, a la fecha, Brassavola opera con diésel, lo que opaca las rebajas en la factura.
«Se habla de un contrato eólico que ya había sido aprobado en un proceso legislativo y que lo volvieron a enviar sólo por una reducción del precio. Ese contrato no está construido y, por lo tanto, no es un ahorro medible. Brassavola tampoco es real porque no produce con gas; ese dato no es verdadero», concluyó.
Necesario, pero insuficiente
Por su parte, Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Coalición Patriótica de Honduras, expresó que aunque las adendas son buenas y necesarias, no generarán un gran cambio en el bolsillo de los hondureños.
Respecto a la eliminación del incentivo de tres centavos de dólar por la generación de energía solar, Rodríguez cuestionó que la ENEE nunca ha cumplido con esos compromisos, por lo que calificó lo dicho por la estatal como promesas en papel.
«La renegociación permitió que en algunos casos se aceptara eliminar estos incentivos, pero nunca se pagaron. Entonces, eso no es una rebaja, eso no es cierto. Si nunca se pagó y no se va a pagar, no mejorará la tarifa», explicó.
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Al igual que Kevin, Rodríguez criticó duramente el contrato de Brassavola, asegurando que los intereses particulares en las adendas provienen del propio gobierno: «Aprobaron las renegociaciones en contra de la ética y lo correcto, porque el contrato de Brassavola es opaco y arrastra una serie de intereses particulares de altos funcionarios del gobierno. Incluso Hugo Noé Pino, al notar que las adendas se presentaban en paquetes para que el contrato de Brassavola se fuera en la colada, se retiró».
A largo plazo
El presidente de la Coalición Patriótica añadió que la construcción de una planta receptora y de depósito para gas natural lleva de dos a tres años. Se trata de un proyecto a largo plazo, con un futuro incierto ante la incertidumbre política, lo que no reflejará rebajas significativas en la tarifa.
«No es real, por lo menos no todo lo que dicen. Habrá algunas rebajas, sí, porque los otros 16 contratos incluyen reducciones pequeñas, pero la incidencia en la tarifa será mínima#, comentó. Para Rodríguez, la ENEE debió haber renegociado 32 contratos dado que los otros 14 «eran más grandes y sí hubiesen influido en la tarifa. Pero no los tocaron».
Baja en intereses con generadores
Respecto a la baja en los intereses de los préstamos que mantiene la ENEE con los generadores, Rodríguez dijo que este beneficio favorece a la estatal, más no tiene un impacto directo en el costo de la energía.
«Lo mejor era comenzar a pagar deudas. O sea, es bueno, pero no significativo. Como la ENEE no paga, cada mes esa deuda va para arriba», explicó. El experto reconoció que hay inversiones en generación y transmisión, con mejoras en redes y subestaciones. Sin embargo, señaló, el desarrollo de estos proyectos es lento y su impacto en la reducción de pérdidas aún no se refleja completamente.
Las adendas energéticas representan un esfuerzo por reducir costos y mejorar la estabilidad financiera de la ENEE. No obstante, su impacto en la tarifa eléctrica sigue siendo incierto.
Aunque el gobierno resalta los beneficios de estas renegociaciones, la falta de transparencia y la aprobación apresurada del paquete generan dudas. Si bien algunas medidas pueden traer alivios a largo plazo, el verdadero desafío sigue siendo abordar los problemas estructurales del sector energético.