TEGUCIGALPA, HONDURAS. Ante la crisis sanitaria, el consumo de alcohol en los hondureños se ha incrementado considerablemente, según autoridades del Instituto Hondureño del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA).
De acuerdo con Álex Paz, director de esta institución, desde inicios de la pandemia, aproximadamente el 40 % de la población empezó a consumir bebidas alcohólicas.
Por lo que, este porcentaje se traduce en que alrededor de 3.8 millones de personas ahora consumen bebidas embriagantes; cifra a la cual se llegó, después de los primeros meses de permanecer en confinamiento.
Paz indicó que la mayor parte del crecimiento en la ingesta, ocurrió en la población entre los 20 a los 34 años; la otra parte del incremento, resultó en personas entre los 35 y 44.
Además, explicó que a la semana cada hombre consume en promedio quince bebidas alcohólicas, mientras que, en las mujeres el número llega a ocho.
Resaltó que es muy peligroso y sumamente preocupante que la población consuma tanto alcohol, sobre todo, «cuando antes no lo hacían».
Efectos nocivos del consumo de alcohol
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el consumo de bebidas alcohólicas puede tener consecuencias «sanitarias y sociales negativas relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede producir».
Con ello, también está la posibilidad de padecer afecciones agudas tales como las lesiones y, en particular, las provocadas por accidentes de tránsito.
Además, la OMS detalla que el uso nocivo de alcohol tiene grandes repercusiones en la salud pública, por lo que, se le considera como el tercer factor de riesgo más importante de muerte prematura e incapacidad.
Finalmente, su ingesta contribuye a daños sociales y económicos diversos, así como, a las disparidades sanitarias entre los países; y a nivel personal, a la pobreza y al aislamiento social.
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