Redacción. Una Iglesia Católica de Honduras ha lanzado un fuerte llamado a los políticos del país, instándolos a anteponer el bienestar general de la población sobre los intereses partidarios y personales.
Esta solicitud surge luego de la creciente polarización política en el país. La jerarquía eclesiástica aboga por un ejercicio político que se enfoque en el bien común y la consolidación de una democracia auténtica.
El sacerdote Javier Martínez, de la parroquia Cristo Resucitado, se refirió a esta necesidad, subrayando la importancia de que los políticos actúen en beneficio de toda la sociedad hondureña.
Según Martínez, «la iglesia, como toda persona, debe estar a favor de la democracia, y la democracia es un bien común. Es parte de todo el ejercicio de toda persona y de todo ciudadano. Por lo tanto, la iglesia siempre va a estar a favor del bienestar de toda la sociedad hondureña».
En este sentido, el religioso instó a los tomadores de decisiones a enfocarse en el interés general y evitar caer en la tentación de priorizar intereses particulares, individuales o partidarios.
«Queremos invitar a quienes tienen en sus manos la toma de decisiones para que lo hagan en vistas al bien general», señaló Martínez en entrevista para un medio de comunicación local.

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Además, añadió que «el bienestar y el desarrollo de todo un proceso democrático dependen del bien de toda la nación». Para el sacerdote, un proceso limpio y justo, fundamentado en la verdad, será esencial para asegurar el bienestar de la sociedad hondureña y el correcto ejercicio democrático.
Resolución
La polarización política y los desacuerdos entre diferentes sectores del país han sido temas recurrentes en los últimos días. Ante esto, el sacerdote enfatizó la necesidad urgente de diálogo.
«Es importante que busquen el diálogo», afirmó. Asimismo, expresó que el diálogo no significa imponer ideas ni caprichos, sino «saber escuchar». En este sentido, manifestó que lo primordial es el bienestar del país.
Según Martínez, un proceso democrático auténtico depende directamente del bienestar, desarrollo, paz y justicia social, que son los anhelos más profundos de la mayoría de los hondureños.

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