Redacción. Una pareja brasileña contrajo matrimonio en una ceremonia poco convencional que ha provocado reacciones encontradas dentro y fuera del país.
El evento, realizado por la llamada Iglesia de Lucifer, tuvo lugar en la localidad de Itatiaia, estado de Río de Janeiro, y se convirtió en la primera boda luciferina documentada en Brasil.
Durante la ceremonia, los novios intercambiaron votos centrados en la libertad individual, el pensamiento crítico y la superación personal.
La novia fue escoltada en un trono rojo hacia un altar adornado con símbolos asociados a Lucifer, en un ritual simbólico muy alejado de las tradiciones religiosas más conocidas.
Según los organizadores, la Iglesia de Lucifer no promueve el satanismo ni el culto al mal, sino que se define como un movimiento filosófico que utiliza la figura de Lucifer como un símbolo de rebelión frente a los dogmas religiosos.
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Autonomía espiritual
Su mensaje gira en torno a la autonomía del pensamiento y el rechazo a la opresión espiritual.
Las imágenes de la boda rápidamente se viralizaron en redes sociales, generando una ola de reacciones. Mientras algunos internautas defendieron el acto como una expresión legítima de libertad de culto, otros lo calificaron de ofensivo hacia los valores religiosos tradicionales.
Pese a la polémica, los líderes de la iglesia aseguraron que el evento se llevó a cabo de forma legal, en un espacio privado y bajo supervisión policial, con el fin de prevenir disturbios o agresiones.
La ceremonia también reabre el debate sobre los límites de la libertad religiosa y el papel de nuevas formas de espiritualidad en sociedades cada vez más diversas.
Desde la organización reiteraron que su objetivo no es generar provocación, sino abrir espacios de reflexión sobre la espiritualidad libre, sin imposiciones institucionales.
