YORO, HONDURAS. Autoridades policiales identificaron a un abuelito y su nieto que fueron ultimados, ayer, viernes, en horas de la noche en Olanchito, Yoro, zona norte del país.
Las víctimas respondían a los nombres de Gilberto Díaz (abuelo) e Isir Díaz (nieto), de apenas 4 años de edad.
El hecho ocurrió específicamente en la carretera que conduce de Olanchito a Sabá, a inmediaciones de la comunidad de Agua Caliente.
Según la información preliminar, a ellos los interceptaron unos sujetos armados que sin mediar palabras empezaron a dispararles.
El menor presentaba un balazo en su cabeza, su cuerpo quedó tendido bocabajo en unos matorrales. Además, portaba un foco de mano que le servía para alumbrar el camino.
En tanto, su abuelo estaba bocarriba y presentaba varias perforaciones de bala. También él cargaba un foco y se conoció que se movilizaban en una bicicleta de color rojo.
Cuando los hallaron, las personas que transitaban trataron de auxiliar al niño, pero constataron que ya estaba sin vida. Luego colocaron los cuerpos, uno al lado del otro.
Investigación
Funcionarios policiales informaron que continúan haciendo diferentes operativos, para dar con el paradero de los hechores materiales e intelectuales de la muerte violenta de estas dos personas.
«Ya los equipos están trabajando para poder esclarecer el caso y de esta manera poder capturar a los responsables«, dijo un agente policial.
Hasta el momento se desconoce el motivo por el cual los sicarios asesinaron a la persona de la tercera edad y a su pequeño nieto.
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Otra muerte violenta
Hace unos días, en el estacionamiento de una discoteca fue ultimado un hombre en el municipio de Tocoa, Colón.
La víctima fue identificada como Luis Fernando Ortiz Reyes, de 18 años. Su cuerpo quedó tendido en el parqueo del establecimiento nocturno.
De acuerdo con el informe investigativo, se recibió una llamada al 911 a eso de las 2:15 de la mañana, donde ciudadanos denunciaban que el cuerpo de un joven se encontraba a las afueras de esta discoteca que también funcionada como bar.
Según relatos, se originó una discusión dentro del centro nocturno entre la víctima y otro individuo por una señorita.
Esa discusión aumentó de nivel y se convirtió en una pelea. Los dos hombres se movilizaron al estacionamiento. El supuesto homicida sacó su arma y le disparó a Ortiz en varias ocasiones hasta acabar con su vida. Luego, el malhechor huyó del lugar.
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