Después del macabro hallazgo del cuerpo del comerciante Fernando Castro, que fue raptado días antes por supuestos agentes de la DPI, parecía que el Viernes Santo iba a terminar en paz, pero una nueva masacre en Choloma provocó la intranquiliadad en esa ciudad.
Eran pasadas las ocho de la noche cuando los medios de comunicación y las autoridades fueron alertados por la ejecución de un triple asesinato. Sucedió exactamente en el bloque 11 de la colonia Cerro Verde, en el sector López Arellano. Se trataba de la muerte de dos hombres y una mujer, quienes fueron identificados horas más tarde.
Por ende, las víctimas son: Wilmer Alexander Rojas Mejía, de 23 años de edad; Mayte Fuentes, de 20, y Cristian Canales Mejía, de 24. Este último trabajaba como ayudante en un autobús.
Por otro lado, las autoridades confirmaron que Wilmer Alexander había sido detenido por los delitos de robo en el 2014. También en 2016 fue aprehendido por escándalo público y consumo de marihuana.
Capturan a un joven como principal sospechoso
Como es común en los reportes policiales, y que no se alejan de la realidad violenta que está azotando a ese municipio del Norte de Honduras, aseguran que la masacre en Choloma fue por una disputa de territorio.
De tal forma que la Policía Nacional acudió a la zona de los crímenes con varios agentes. Por lo que detuvieron a un joven -sin identidad revelada- para ser investigado.
También llegó la Policía Militar del Orden Público (PM), quienes desde las protestas de diciembre de 2017 tienen más presencia en esos sectores de la ciudad textilera, según afirman pobladores.
Si embargo la violencia ha aumentado en Choloma, catalogado por el The New York Time como el «más peligroso para las mujeres», ya que muchas han sido asesinadas. Algunas con saña.
