El autismo es un trastorno de tipo heterogéneo. Entre las causas investigadas se ha encontrado que esta anomalía se debe a factores de tipo genético, por enfermedades de tipo infecciosas como la rubeola congénita, el funcionamiento anormal del sistema nervioso (disfunción y desarrollo atípico del cerebro), y las alteraciones del nivel de los neurotransmisores de la serotonina.
Además, se le atribuye también a factores ambientales como intoxicación por metales pesados (mercurio), y problemas obstétricos.
Diez señales para identificar el autismo
Existen señales referentes al campo de la comunicación o del lenguaje, a la interacción social y sensorial que llevan a determinar que un niño es autista. Estas son algunas de las más significativas.
En la comunicación
1. Desarrollo de lenguaje lento o ausencia absoluta del lenguaje. Igualmente, dificultad para comunicarse a través de otro medio de comunicación (gestual o mímica).
2. Es incapaz de iniciar o mantener una conversación, no sigue órdenes.
No se refiere a sí mismo correctamente, no utiliza el pronombre yo y habla en tercera persona. Por ejemplo, dice “quieres pan” en vez de “yo quiero pan”.
3. Se limita a repetir palabras o frases.
4. Memoriza pasajes o comerciales.
En la interacción social
1. No realiza contacto visual con otras personas ni responde a sonrisas.
2. Trata a las otras personas como objetos. Genera un intenso apego a los objetos.
3. No practica juegos simbólicos, ni juegos colectivos. Se aísla.
4. No muestra empatía, ni expresa afectos. Se irrita y hace pataletas si se le cambian rutinas.
5. Realiza movimientos incontrolados de una extremidad especialmente aleteo de las manos.
En cuanto al área sensorial, muestra señales como la hipersensibilidad a olores, a los ruidos, a los sabores y al tacto de ciertas texturas.
Tratamiento
El autismo no tiene cura, pero si el niño recibe un tratamiento a temprana edad, individualizado y acompañado por un equipo interdisciplinario, se lograrán cambios positivos en el menor. Un tratamiento efectivo incluye: terapias de análisis del comportamiento, medicamentos para manejo y control de la agresión, la ansiedad, la atención, la hiperactividad y la irritabilidad, siempre bajo la supervisión del médico; terapia ocupacional física y del lenguaje. Finalmente, el tratamiento debe tener como objetivo modificar conductas desadaptativas, desarrollar habilidades funcionales y adquirir rutinas en el niño que le permitan integrarse a la familia y a la sociedad.
Consejo para los padres
Lo mejor es informarse y trabajar de la mano con el equipo interdisciplinario, con el colegio o la institución a donde ingrese el niño para recibir su tratamiento. Bríndele todo el amor y la ayuda necesaria para su adecuado desarrollo.
Estudios e investigaciones demuestran que es más frecuente el autismo en niños que en niñas en una proporción de 4 a 1.