Redacción. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) confirmó que Eswin Gabriel Mejía, ciudadano hondureño acusado de homicidio con vehículo motorizado y evasión de la justicia, ya se encuentra en territorio estadounidense tras su extradición desde Honduras.
Mejía fue arrestado en 2016 en Omaha, Nebraska, por manejar bajo la influencia del alcohol y provocar un accidente en el que perdió la vida Sarah Root, una joven de 21 años recién graduada. Sin embargo, tras pagar una fianza, huyó de la justicia y permaneció prófugo durante nueve años.
Desde su fuga, ICE lo incluyó en la lista de los fugitivos más buscados y emitió reiteradas alertas sobre su paradero. Finalmente, su captura se concretó el 27 de febrero de 2025 en la aldea Río Frío, municipio de San Nicolás, departamento de Santa Bárbara, Honduras, en cumplimiento de una orden emitida por la Corte Suprema de Justicia del país.
Vea también: Honduras entrega a Eswin Gabriel Mejía a la justicia estadounidense
Detalles de la extradición
El operativo para trasladarlo se ejecutó bajo estrictas medidas de seguridad. A Mejía lo trasladaron desde la Penitenciaría Nacional de Támara hasta la base aérea «Enrique Soto Cano» en Comayagua, donde lo entregaron a las autoridades estadounidenses. El procedimiento contó con la participación de unidades especializadas de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales y el uso de un vehículo blindado Black Mamba SandCat.
Mejía se presentará ante la justicia del condado de Douglas, Nebraska. La familia de la víctima ha seguido de cerca el caso y diversas organizaciones han exigido justicia desde su fuga en 2016.
Con su llegada a Estados Unidos, se espera que se retome el proceso judicial en su contra y que finalmente enfrente las consecuencias legales de sus actos.
Hace unos años, Donald Trump invocó el caso Sarah Root durante un discurso para subrayar los peligros de la inmigración ilegal.
«He conocido a la hermosa familia de Sarah», dijo Trump desde el escenario de la convención. “Pero para esta administración, su increíble hija era sólo una vida estadounidense más que no valía la pena proteger. No más. Un niño más para sacrificar en el altar de las fronteras abiertas”, expresó.
