Redacción. En horas de la tarde-noche de este miércoles, 6 de noviembre, el huracán Rafael, de categoría 3, impactó el oeste de Cuba, generando vientos sostenidos de hasta 185 km/h (115 mph), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Rafael tocó tierras cubanas cerca de Playa Majana, en la provincia de Artemisa, ocasionado fallas en la energía eléctrica en dicha isla. Asimismo, se evacuaron miles de personas en zonas de riesgo, al tiempo que se suspendieron las clases y el transporte.
Según el NHC, la tormenta, que había pasado el día anterior cerca de las Islas Caimán, amenaza con fuertes lluvias, marejadas ciclónicas y potenciales inundaciones a lo largo de su ruta.
Las autoridades cubanas han movilizado recursos y emitido alertas de evacuación para miles de residentes en áreas vulnerables del occidente de la isla. Mientras que el huracán avanza hacia el Golfo de México.
Incluso, las autoridades de Defensa Civil de Cuba indicaron que Rafael tocó tierra a las 4:15 p.m. (hora hondureña). Situación que provocó que las regiones cercanas enfrentaran vientos huracanados e intensas lluvias.
La tormenta afectó también la infraestructura eléctrica del país, que ya sufría interrupciones desde el impacto del huracán Óscar a finales de octubre, cuando murieron seis personas en la zona oriental de la isla.
Previendo daños mayores, las autoridades emitieron órdenes de evacuación para aproximadamente 37,000 personas en Guantánamo y otras zonas del oeste, según información de CNN.
Afectaciones del huracán Rafael
Las primeras consecuencias del huracán Rafael en Cuba incluyen severas inundaciones, interrupciones en el servicio eléctrico. Además de generar daños materiales en las regiones impactadas.
El NHC advirtió que las marejadas ciclónicas podrían alcanzar hasta 13 pies (casi cuatro metros) en la costa sur de la isla, una altura de marea capaz de inundar extensas áreas costeras.
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Asimismo, el huracán Rafael es el primer huracán de categoría 3 en golpear a Cuba desde el huracán Ian en 2022, lo que aumenta el riesgo de afectación debido a las condiciones vulnerables de la infraestructura eléctrica y vial del país.