Redacción. El pasado 29 de agosto se cumplieron 20 años del huracán Katrina, que tocó tierra en Nueva Orleans, Estados Unidos, el 29 de agosto de 2005, uno de los fenómenos naturales más devastadores en la historia del país norteamericano.
El huracán provocó el colapso de los diques que protegían la ciudad y causó una destrucción sin precedentes. Más de 1.800 personas murieron, principalmente residentes de bajos recursos de los históricos barrios negros de la ciudad.
Katrina también se convirtió en el desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos, con daños estimados en más de 160.000 millones de dólares.
Aunque las inundaciones retrocedieron hace años, especialistas consideran que algunas lecciones sobre gestión de emergencias y preparación ante huracanes aún siguen vigentes.
En los últimos años, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha estado bajo revisión. En mayo de 2025, la Casa Blanca incluyó a FEMA junto a otras agencias federales en un listado de organismos señalados por sus prácticas internas.
El comunicado destacó aspectos como la capacitación del personal y la distribución de recursos en respuesta a emergencias.
¿Un nuevo error?
La administración federal ha propuesto que ciertas funciones de FEMA puedan ser coordinadas directamente con los estados. Sin embargo, expertos en gestión de desastres destacan que fenómenos como huracanes requieren coordinación nacional, movilizando recursos para salvar vidas y recuperar infraestructura afectada.
David Richardson, exinfante de Marina, fue designado como director interino de FEMA. Su nombramiento llamó la atención del personal por su perfil profesional y experiencia en emergencias, lo que generó la emisión de la carta “Declaración del Katrina” firmada por cerca de 200 empleados y exempleados de la agencia.
La misiva, enviada al Congreso y al consejo de revisión de FEMA, menciona que decisiones recientes han afectado la operación normal de la agencia y subraya la importancia del conocimiento del personal con experiencia para la gestión de emergencias.

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Parte de los firmantes solicitó anonimato por temor a represalias, mientras que 21 personas que firmaron con nombre pasaron a tener licencia administrativa.
Jeremy Edwards, portavoz de FEMA durante la presidencia de Biden, indicó que la carta buscaba resaltar cambios en la agencia que podrían afectar la respuesta ante desastres.
También señaló que algunos recursos y personal se desviaron hacia otras actividades, lo que genera desafíos en la preparación frente a emergencias naturales.
Preparación
Quienes vivieron directamente el paso de Katrina también recuerdan la importancia de la preparación comunitaria.
Malik Rahim, residente del barrio Argel de Nueva Orleans y cofundador de Common Ground Relief, explicó que su organización ayudó a miles de personas después del huracán. Rahim señaló que la experiencia enseñó la necesidad de contar con refugios y sistemas de coordinación efectivos ante cualquier desastre.
Durante su última entrevista con medios locales, Rahim advirtió que, ante la temporada de huracanes, la ciudad y el país aún enfrentan desafíos para responder de manera eficiente.
“Si nos golpeara un huracán en este momento, nos encontraría tan mal preparados para afrontarlo como lo estábamos hace 20 años”, remarcó
El paso del huracán Katrina dejó claro que la planificación, la coordinación y la preparación son esenciales para reducir el impacto de los desastres naturales. Dos décadas después, esos aprendizajes siguen siendo objeto de análisis por autoridades y especialistas en gestión de emergencias.