Internacional. El huracán Francine se desplazaba lentamente desde las costas de Texas hacia Luisiana en la madrugada de este miércoles 11 de septiembre. Previendo su impacto, diversas localidades de Luisiana habían ordenado evacuaciones.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que Francine estaba a 300 km del Río Grande, avanzando hacia Luisiana. Se pronostican marejadas ciclónicas y vientos huracanados a partir del miércoles. Se trata de un huracán de baja intensidad (categoría 1), con vientos sostenidos de 120 km/h, moviéndose hacia el noreste a 17 km/h.
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El NHC prevé que, tras impactar Luisiana, el ciclón se desplazará hacia el norte, llegando a Misisipi el miércoles por la noche y el jueves. A pesar de que se espera que gane fuerza hoy, es probable que Francine se debilite rápidamente una vez que penetre tierra adentro.
Regiones en riesgo
El Centro Nacional de Huracanes ha alertado a Luisiana, incluyendo Nueva Orleans, sobre la amenaza del huracán. Se vigila la posibilidad de marejadas ciclónicas en Misisipi, Alabama y Florida. Estas regiones también podrían sufrir fuertes lluvias y tornados. Texas, por su parte, ya no está bajo amenaza directa.
Autoridades de algunas jurisdicciones costeras de Luisiana impusieron evacuaciones obligatorias y habilitaron refugios ante la amenaza del huracán.
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Este martes, en una rueda de prensa, el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, comunicó la puesta en marcha de refugios alternativos en ciudades cercanas. Asimismo, informó que la Guardia Nacional se encontraba preparada para intervenir.
«Debido a los suelos saturados por recientes lluvias, esperamos que caigan muchos árboles. Llegamos a esta tormenta con suelos saturados», dijo el martes en conferencia de prensa la presidenta de la parroquia de Jefferson, Cynthia Lee Sheng.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, instó «a todos los residentes y a todos nuestros visitantes a que tomen precauciones y se preparen para fuertes lluvias, ráfagas de viento y actividad aislada de tornados».