Redacción.- El departamento de Islas de la Bahía es el hogar de tres humedales de arbolados compuestos principalmente de manglares y un humedal marino, catalogados de “importancia internacional”, según la Convención de Ramsar.
La Convención sobre Humedales (o Convención de Ramsar) es un tratado ambiental intergubernamental establecido en 1971 por la UNESCO, que entró en vigor en 1975. Este se encarga de la protección, conservación y uso racional de los recursos de los humedales a nivel mundial.
Honduras está entre los 170 paíse que integran este convenio. Este tratado es el único que se dedica a la protección de un sólo ecosistema.
Según datos brindados por Roatán Marine Park, los humedales se encuentran específicamente en Santa Elena en Roatán, Utila y Guanaja.
Los sitos constituye un área importante para el descanso, alimentación y anidamiento de varias especies de aves residentes y migratorias.
Especies beneficiadas con los humedales
La zona arrecifal y el pasto marino también actúan como criadero y zona de alimentación para especies como tortugas marinas, delfines y tiburones que se encuentran frecuentemente en el sitio.
Entre las especies amenazadas que habitan en la zona destacan el gaviotín real (Thalasseus maximus), la tortuga verde (Chelonia mydas). Asimismo, la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y los corales Acreopora cerviconis y Acropora palmata, entre otras.
A pesar de los cambios en el uso del suelo y de desechos y residuos sólidos, el sitio está en un buen estado de conservación y los recursos pesqueros sostienen a las comunidades locales.
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Los manglares y los pastos marinos contribuyen como barreras naturales de protección contra eventos de cambio climático y filtro de nutrientes y algunos contaminantes.
Además, estos sitios desempeñan un papel crucial en la regulación de los ciclos hidrológicos y climáticos. También son fundamentales para la sostenibilidad de nuestro planeta.
Ellos funcionan como centros de investigación científica y educación ambiental, proporcionando información valiosa sobre los ecosistemas, la flora, la fauna y los procesos naturales. Contribuyendo al conocimiento científico y la toma de decisiones en materia de conservación.