TEGUCIGALPA, HONDURAS. El hospital móvil, valorado en 5.5 millones de lempiras, que fue adquirido por la Comisión Permanente de Continencias (COPECO) ha sido catalogado como «pérdida total» en el nuevo informe del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
El informe «Metamorfosis de la corrupción: De hospital móvil a carpa de lona», indica que después de varias denuncias de la población se realizó una segunda visita técnica in situ. Cabe destacar que la unidad está ubicada en Villanueva, Cortés.
El CNA ya había realizado una visita técnica y ahí, aseguran, comprobaron que no se trataba de un hospital, sino que su apariencia era la de un centro de triaje común, tipo carpa. Tenía lona color café con superficie de polímero impermeable y anclado a la tierra.
En ese momento, según constató el CNA, no se observó la existencia de una construcción de obra civil para la instalación correcta de la «carpa». Además, cita en el documento que en la segunda visita:
«Había sido desarmada y reubicada a 200 metros de su lugar original, esto debido a que las lluvias inundaron su interior. En esta ocasión, la carpa se encontraba sobre un terreno de relleno mal compactado, provocando que la lona de la carpa se rasgara en su parte superior».
Además, el informe detalla que el personal que armó la carpa no siguió los procesos ajustados y que no existió la supervisión del personal capacitado. Los aires acondicionados de la carpa siguen sin funcionar, «situación que genera altas temperaturas en su interior».
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Hallazgos
Por otra parte, el informe detalla que la carpa adquirida por COPECO y que funciona como un centro de triaje no puede operar las 24 horas del día.
Según lo descrito, la no operatividad se debe a que la energía eléctrica es fluctuante, inestable y suele suspenderse el servicio repentinamente sin notificación alguna.
Agrega el CNA que existe un generador eléctrico, sin embargo, carece de accesorios esenciales para su funcionamiento y su reparación asciende a L200 mil.
Otro hallazgo que documentó el CNA es que al personal médico no se les entregó los manuales, protocolos y material referente al funcionamiento de la carpa. Según, describe el ente, tampoco se realizaron capacitaciones sobre sus especificaciones.
Señala que expertos consultados manifestaron que este tipo de carpas son utilizadas en lugares desérticos y áridos; además no toleran lugares donde se exceden los 500 milímetros de agua al año.
Los expertos aseguran que este tipo de carpas no cuentan con «con drenajes pluviales. Un clima tropical como el de Honduras, donde anualmente mana entre 1,255 a 1,570 milímetros de lluvia, provoca que la infraestructura se deteriore con mayor facilidad».
De igual forma, el CNA establece que debido a que este tipo de carpas no son para la atención de pacientes con enfermedades como el COVID-19, una persona que dé negativo en la prueba podría contagiarse.
Según el documento, las probabilidades de contagio se debe al tipo de distribución de las áreas del centro.
Atienden entre 70 y 100 pacientes al día
Por otra parte, el CNA detalla que en la segunda inspección se encontraron expedientes que ascienden a 2,100. Al inicio se atendían entre 70 y 100 pacientes al día pero ahora solo se están atendiendo un máximo de 25 personas; disminución de más de un 60 %.
«Algunos ciudadanos de Villanueva manifestaron que no desean continuar asistiendo a esta sala de triaje, dado que el lugar es caluroso, húmedo y fangoso; situación que provoca mayor facilidad de contagio, por causa de dichas condiciones y también por la gran cantidad de insectos que proliferan en el lugar, incluyendo zancudos que podrían portar dengue», dice el documento.
Detalla que en la carpa no existe equipo médico necesario para tratar a los pacientes con COVID-19. Indica que solo se cuenta con tanques de oxígeno con capacidad máxima de 15 litros por minuto.
De igual forma, que la carpa está ubicada en un lugar inadecuado para que el área esté limpia y no están aisladas unas de otras; el ingreso y salida de pacientes llena los pisos de lodo e imposibilita la higiene y limpieza ambiental, detalla el informe.
Concluye estableciendo que el centro de triaje, adquirido bajo un contrato que solo busca darle apariencia de hospital móvil para el tratamiento de pacientes con COVID-19, representa un perjuicio total para las finanzas del Estado de Honduras.
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