SONORA, MÉXICO. La fiscalía del norteño estado de Sonora en México y fronterizo con Arizona, informó el viernes de la condena de cinco hondureños, cuatro hombres y una mujer, a 75 años de prisión por secuestrar a migrantes y por el delito de asociación delictiva.
A ellos se les detuvo en mayo de 2019 durante un operativo de las fuerzas de seguridad locales; se les acusó de secuestrar a 13 migrantes, entre ellos una mujer embarazada y menores de edad, originarios de Cuba, El Salvador y la propia Honduras.
Los sentenciados pedían entre 500 y 5.000 dólares a las familias de sus rehenes para liberarlos e intentaban que les ayudaran a reclutar a más personas.
Fueron identificados como Norlan José «N», Juan Carlos «N», Abel Antonio «N», José Luciano «N» y Joaida Josabec «N».
Los migrantes centroamericanos, que normalmente huyen de la pobreza y la violencia de sus países, se convierten en víctimas habituales de grupos del crimen organizado mientras cruzan México con destino a Estados Unidos.
Así los descubrieron
Supuestamente fue un desliz de los propios secuestradores lo que llevó a que las autoridades supieran del ilícito. Llevaron a los migrantes al municipio de Caborca para reclutar más víctimas, pero ahí cambió su suerte.
Uno de los perjudicados, cuando era acompañado a un banco para retirar dinero, logró alertar de lo que sucedía a uno de sus familiares. Seguido, una llamada al 911 derivó en la intervención policial.
Las autoridades detuvieron a Juan Carlos «N» al interior de la institución bancario; lo obligaron a llevar a los agentes de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) hacia donde estaban el resto de los secuestrados y otros captores.
Fue así que liberaron a las personas de distintas nacionalidades que estaban en un lugar oculto de la calle Séptima Sur de la colonia El Ventarrón. Los hechores quedaron arrestados y a la espera de un proceso judicial que terminó ajusticiándolos con varias décadas de prisión.
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Inmigración
Solo en el mes de febrero de este año más de 100.000 personas han intentado cruzar ilegalmente la frontera con Estados Unidos, tantos como no se registraba desde hace dos años.
4.000 personas se detienen diariamente en la frontera. Asimismo, el número de menores retenidos en campamentos de Estados Unidos se ha triplicado hasta alcanzar los 3.250. Muchos de ellos son de Honduras.
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