REDACCIÓN. La madrugada del lunes 9 de diciembre, Christopher Saneth Rosa Castellanos, un joven hondureño de 25 años, fue asesinado frente a su vivienda en Carolina del Norte, Estados Unidos, en lo que parece haber sido un intento de robo.
Rosa Castellanos, quien había emigrado a los Estados Unidos hace cuatro años, trabajaba arduamente para poder costear los tratamientos médicos de su madre, Farina Ozlen Castellanos Samverdy, quien lucha contra un cáncer de colon. Su madre, profundamente afectada por su muerte, compartió en sus redes sociales su dolor tras recibir la noticia de que su hijo estaba de camino al trabajo cuando ocurrió la tragedia.
«Amor de mi vida, te arrebataron toda una vida llena de sueños y anhelos», expresó Farina en su publicación. A lo largo de los últimos años, madre e hijo mantuvieron una relación cercana, y ella compartió en su cuenta de Facebook algunos de los recuerdos de sus videollamadas diarias, en las que se refería a él como su «gotita de agua» y su «angelito».
Le puede interesar: Ataque de asma cobra la vida de hondureño cuando intentaba cruzar a USA
Farina, conmovida por la pérdida, recordó la promesa que le hizo a su hijo: «Gracias porque fuiste un hijo que me amó hasta su último día, le prometo que seré lo que usted quiso que yo fuera: una mujer fuerte, alegre, feliz, guapa, bonita», compartió. La madre también destacó que su hijo era su principal apoyo económico, especialmente en el tratamiento de su cáncer.
Por su parte, Neptalí Rosa, padre de Christopher, también expresó su dolor por la muerte de su hijo, recordando con cariño las «ocurrencias, sonrisas y el amor que tenías por las personas desde niño».
Ahora, la familia Rosa Castellanos enfrenta el dolor de esta trágica pérdida y busca apoyo para repatriar los restos de Christopher y poder darle un último adiós en su natal San Marcos, Ocotepeque, Honduras. La familia agradece cualquier ayuda que permita cumplir este último deseo y rendir homenaje al joven migrante que sacrificó tanto por el bienestar de su madre.