REDACCIÓN. La tristeza se apoderó este miércoles de la comunidad de la Villa de San Francisco tras la llegada del cuerpo de Carlos Eduardo Salgado, uno de los tres hondureños que perdieron la vida en un fatal accidente de tránsito ocurrido el pasado 27 de abril en Oklahoma, Estados Unidos.
Carlos Eduardo, de tan solo 19 años, había emigrado recientemente a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. El joven se dirigía a su lugar de trabajo junto a tres compatriotas cuando el vehículo en el que se transportaban impactó contra la parte trasera de una camioneta estacionada a la orilla de una carretera. El accidente ocurrió en horas de la madrugada y fue tan aparatoso que tres de los ocupantes fallecieron en el lugar. Un cuarto fue trasladado en estado crítico a un hospital cercano.
Tras varias semanas de trámites y espera, sus familiares finalmente recibieron el féretro este miércoles en el Aeropuerto Internacional Toncontín. Entre llanto, dolor y abrazos, el cuerpo fue trasladado hasta la Villa de San Francisco, su lugar de origen, donde fue velado por amigos, vecinos y seres queridos que aún no pueden creer la noticia.
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“Se fue buscando un futuro mejor y nos lo regresan en un ataúd”, lamentó entre lágrimas uno de sus familiares, reflejando el dolor de toda una comunidad que aún intenta asimilar la pérdida.
La repatriación del cuerpo de Carlos marca el inicio de un duelo profundo en su tierra natal. La gente recuerda al joven como un muchacho trabajador, alegre y lleno de sueños. Sus seres queridos le dieron el último adiós con honores y entre expresiones de amor, recordando su corta pero significativa vida.
El sepelio se llevó a cabo en el cementerio local, en medio de un ambiente cargado de emoción y solidaridad. La comunidad ha manifestado su respaldo a la familia, acompañándola en estos momentos difíciles.