REDACCIÓN. Marlon Cañas Trochez, un migrante hondureño de 26 años, se declaró culpable el pasado 20 de mayo de 2025 ante la magistrada federal Patricia Barksdale en un tribunal de Jacksonville, Florida, por el grave delito de transportar a una menor con fines sexuales.
La admisión de culpabilidad abre la puerta a una sentencia que podría oscilar entre los 10 años de prisión y la cadena perpetua, dependiendo de la decisión final del juez federal.
Los hechos que llevaron a esta declaración se remontan a septiembre de 2024, cuando la madre de una joven de 15 años en North Augusta, Carolina del Sur, vivió el peor temor de un padre: su hija desapareció al no ingresar al aula escolar. Según los registros judiciales, la menor fue recogida por un hombre en un BMW en un parque cercano. La madre, con una intuición que lamentablemente se confirmó, sospechó de inmediato de Cañas Trochez, a quien ya conocía.
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La intensa búsqueda de las autoridades federales y locales culminó en el noreste de Florida. Agentes del condado de Clay localizaron a Trochez y a la menor en Blanding Boulevard, Middleburg. La evidencia recopilada por los investigadores fue contundente, indicando que el hondureño había trasladado a la menor con intenciones sexuales. Este crimen está catalogado como un delito federal grave bajo la legislación estadounidense.
La situación de Cañas Trochez se agrava aún más debido a su estatus migratorio. Se confirmó que el hondureño se encuentra en Estados Unidos sin la debida autorización legal, un factor que indudablemente pesará en su sentencia. La Fiscalía ha enfatizado la gravedad del crimen. Subrayó la extrema vulnerabilidad de la víctima y la premeditación con la que Trochez la sustrajo de su estado de origen.