REDACCIÓN. Un migrante hondureño murió ahogado el pasado viernes en el río Bravo al intentar salvar a su hijo menor, que era arrastrado por las caudalosas aguas.
Se trata de Diego Enrique Martínez Rosales, 29 años, cuya identidad se confirmó mediante sus familiares en Honduras.
El hondureño también viajaba junto a su esposa, Brenda Guzmán, y sus dos hijos llamados Danilo Guzmán y Diego Neymar Martínez Guzmán.
El hermano del occiso, reveló que su pariente y su esposa tomaron la decisión de marcharse del país hace un mes en busca de mejores oportunidades de trabajo.
“Mi hermano murió por querer salvar al niño menor, que se estaba ahogando. Se lanzó al río, pero al final él fue quien falleció. El niño, gracias al Señor, está bien«, dijo Rodrigo, desmintiendo lo que se informó en un inicio, que padre e hijo habían muerto.
Por su parte, Erika Guzmán, hermana de Brenda, señaló que la madre se encuentra en un albergue en Piedras Negras, mientras que los dos niños están en poder de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).
Piden ayuda
Los familiares de Diego Enrique solicitaron ayuda al Gobierno de Honduras para repatriar su cadáver. Al mismo tiempo, para que Brenda y sus hijos retornen cuanto antes al país, ya que no cuentan con los recursos para hacerlo por sus propios medios.
